La realización televisiva lo tenía claro en el España-Alemania. La batalla estaba en la portería. Justo antes de empezar, las cámaras enfocaban a Andreas Wolff y Gonzalo Pérez de Vargas, los hombres a seguir. El 33-26 final arrancó en portería y concluyó con un gran juego coral.

Porque los cuatro primeros disparos del encuentro se tradujeron en cuatro paradas del alicantino. Detuvo contragolpes, jugadas en circulación y cualquier disparo que se le acercara. La primera final de los Hispanos empezaba con un gran protagonista. Wolff le siguió durante unos minutos y cuando cedió ante el latigazo de Álex Dujshebaev, Gonzalo decidió empatizar concediendo el primer tanto. No lo haría mucho más.

Sustentando por la profunda defensa 5:1, el guardameta del Barcelona decidió celebrar su cumpleaños con una Masterclass. Fue una apología a una de las posiciones más determinantes del balonmano.

Sin embargo, y oese a un buen arranque, los Hispanos se fueron al descanso solo con 14-11. No había nada cerrado. Por eso arrancaron la segunda mitad marcando y con Gonzalo, MVP del encuentro, deteniendo. En un juego de estrategia, Ribera decidió cambiar su defensa a un 6:0 y situar a Gedeón y Viran en el centro. Pero poco duró el invento. Porque Häfner aprovechó el hundimiento de España para ajustar el encuentro y Jordi tuvo que volver a los inicios.

Con Raúl y Alex descansando para el tramo final del encuentro, Maqueda se erigió como el el nuevo héroe. El ataque se resumía en él. Y en los contragolpes comandados por Gonzalo y Aleix. Recuperada la mejor versión defensiva, apareció también el mejor ataque. La primera final se saldó con victoria. Y a los Hispanos ya solo les hace falta un triunfo de Alemania ante los letones para sellar el pase a la fase final.