Hablador y carismático, la voz de Luis Parejo (Almería, 5-2-1989) es fundamental para analizar el comienzo de temporada del Cáceres y lo que le espera por delante.

--¿Confiaba en un inicio tan bueno, con tres victorias en tres partidos?

--Había que ser prudente porque el equipo tiene nueve jugadores nuevos, lo que hace que siempre cueste más empezar a jugar bien. Pero, aunque todavía tengamos mucho por corregir, nos hemos ido conociendo y hemos sacado ventaja de nuestras cosas buenas, sobre todo el uno contra uno y el físico.

--Usted que lleva unos años en la LEB Plata, ¿qué le espera al Cáceres en el futuro?

--Muchos partidos como los que se han jugado ya, que yo los llamo "de los guarros", con equipos que se te encierran y empiezan a intentar meterte en problemas basándonose en nuestras debilidades que hayan estudiado. El del Zornotza del próximo domingo va a ser igual: un equipo peleón al que nos va a costar ganar.

--¿Le parece que se menosprecia la liga?

--Es normal que tras tantos años en la LEB Oro, y más bajando por temas económicos, la gente pueda estar acostumbrada a otras cosas. Aquí han venido jugadors y entrenadores muy grandes, pero yo creo que la diferencia entre Oro y Plata no es tan grande como parece.

--¿Entonces piensa que esta plantilla competiría en Oro?

--Sí. Ya digo que la diferencia no es tan importante. Quizás solo en el plano físico. Y en ese sentido estamos muy bien, con los cuatro pívots que tenemos.

--¿Qué mensaje le daría al aficionado de Cáceres que duda si ir a los partidos?

--Al que le gusta el baloncesto va a seguir yendo, aunque estemos en Primera. Y luego hay otros muchos que van a ir si seguimos ganando. Yo lo que les prometo es que es tenemos la ilusión por nuestro trabajo como si jugásemos la Euroliga.

--Y usted, ¿qué tal el pie? No se le notó en Marín, siendo el máximo anotador...

--No me duele, pero noto que algo hay. No me sirve como excusa si juego mal. Y lo que anote me da igual si el equipo gana.

--Su entrenador le señala como el líder espiritual del equipo. ¿Cómodo con ese papel?

--Lo que estoy es muy orgulloso. Si lo dice él, que es el mandamás... Hay que ganárselo con trabajo. No soy un veterano: tengo 24 años, pero llevo desde los 14 fuera de casa.