No ha habido oportunidad de preguntárselo directamente, pero al parecer el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, es el más convencido de todos de que Madrid se llevará esta vez el gato al agua. Nadie en la candidatura madrileña a los Juegos del 2020 deja de subrayar el enorme trabajo que el heredero de la Corona ha desplegado durante los últimos meses por y para las aspiraciones de la capital de España. Una labor que está culminando este fin de semana con concentración casi absoluta en el hotel Hilton de Buenos Aires, sede de la sesión el COI, donde esta noche se decidirá si Madrid, Tokio o Estambul organizan los Juegos Olímpicos del 2020. Ayer se entrevistó con decenas de miembros del COI, con muchos de los que ya cree haber persuadido de votar a Madrid y con menos de los que piensa que están decididos a optar por cualquiera de los otros dos proyectos.

Sus argumentos son todos los que han expuesto durante todo este tiempo los primeros responsables de la candidatura y encargados de allanar el camino que él quiere rematar finalmente, pero sobre todos ellos está el de la justicia deportiva, el derecho que tiene Madrid a convertirse al fin en ciudad olímpica después de cuatro tentativas, tres de ellas consecutivas.

PROPUESTA CONSOLIDADA Un derecho adquirido gracias a sus esfuerzos, su insistencia y, por delante de cualquier otro argumento, las bondades de una propuesta muy consolidada con el paso del tiempo. Amén de su contrastada capacidad organizativa y los éxitos de los deportistas deportistas españoles a nivel individual y colectivo, un factor del que también tiene derecho a apropiarse como demuestra el hecho de la representación encabezada por Pau Gasol, Mireia Belmonte, Joel González, Ona Carbonell y Jennifer Pareja, entre otros. Una propuesta que corre el peligro de agotarse si el COI le da la espalda nuevamente en favor de candidaturas más atractivas por distintos motivos pero no más solventes.

Es una posibilidad que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y los primeros espadas de la candidatura no quisieron obviar al rebajar sensiblemente el tono de euforia que les ha ido envolviendo en la última rueda de prensa previa a la presentación hoy ante el COI y la posterior votación. Probablemente un mecanismo de autodefensa, aunque tengan la certeza de que están más cerca que nunca de emular a Barcelona 28 años después, de que el peso de las ventajas que tiene Madrid respecto a sus rivales está vez sí va a ser valorado en su justa medida.

SIN RUIZ GALLADON En esas características diferenciadoras que optimizan el proyecto volvieron a extenderse ayer Ana Botella y Alejandro Blanco, el presidente de la candidatura y del Comité Olímpico Español, arropados por José Ignacio Wert, ministro de Educación de Cultura y Deportes. Es uno de los tres ministros presentes en Buenos Aires, junto con el de Exteriores, José Manuel García Margallo, y el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. Llamativo es que no vaya a aparecer por Buenos Aires el de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, el exalcalde de Madrid, que fue quien lanzó esta candidatura, así como la anterior. Ha rechazado la invitación a estar en Buenos Aires y fuentes de la candidatura intuyen que ha sido para no salir en un segundo plano en la foto en caso de triunfo. El presidente del Gobierno, que hizo ayer campaña en San Petersburgo, llega hoy.

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