Al Kun Agüero solo le falta decir que el único equipo al que quiere marcharse es el Real Madrid. Puede ser su próximo y definitivo paso. El que espera con ansiedad Florentino Pérez para hacer ver a Miguel Angel Gil Marín que el pacto de no agresión que sellaron al respecto es de imposible cumplimiento. La opción de ir al Barcelona no existe y ni el consejero delegado del Atlético ni el nuevo director deportivo, José Luis López Caminero, creen en la posibilidad de que el delantero argentino dé marcha atrás y se quede en el equipo rojiblanco al menos una temporada más.

Ese era, según los dirigentes rojiblancos, el compromiso alcanzado con Agüero cuando este firmó el año pasado la renovación hasta el 30 de junio del 2014 con la rebaja de su cláusula de rescisión de 60 a 45 millones de euros. El jugador y sus agentes, por contra, aseguran que el club colchonero había dejado la puerta abierta a su posible marcha este mismo año. Lo que Gil Marín y Enrique Cerezo, el presidente, no han contemplado nunca era que el destino de la emergente estrella argentina fuera el Madrid. Pero el Kun gusta a Mourinho, que así lo ha hecho saber ya. El culebrón será largo.