REAL MADRID: Casilla; Danilo, Pepe, Sergio Ramos, Nacho; Kroos, Kovacic, Modric (Marco Asensio, m.63); Bale (Lucas Vázquez, m.74), Cristiano Ronaldo (Benzema, m.66) y Morata.

OSASUNA: Nauzet; Tano, David García, Miguel Flaño, Unai García; Fuentes, De las Cuevas (Roberto Torres, m.70), Fausto Tienza, Oier; Krodo (Jaime, m.53) y Riviere (Oriol Riera, m.61).

GOLES: 1-0, m.6: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.40: Danilo. 3-0, m.45: Ramos. 4-0, m.56: Pepe. 5-0, m.61: Modric. 5-1, m.64: Oriol Riera. 5-2, m.78: David García.

ARBITRO: Fernández Borbalán. Expulsó a Tano por doble amonestación a los 80 minutos.

El Real Madrid desató su pegada para golear a un valiente Osasuna que nunca bajó la cara al duelo (5-2), el día en el que Zinedine Zidane igualó el récord de quince victorias consecutivas ligueras de Miguel Muñoz y en el que también consiguió el liderato de la Liga tras las posteriores derrotas de Las Palmas y, sobre todo, Barcelona.

Ni el tanto tempranero cambió el plan de Enrique Martín. No contaba con esos puntos antes de jugar, así que invitó a sus jugadores a intentar disfrutar. Se encontraron con el regreso de Cristiano Ronaldo. Y fueron seis los minutos en los que tardó en volver a anotar el luso.

Avisaba Riviere de la intención de Osasuna con un disparo al lateral de la red y a la siguiente acción llegó el primer castigo. Bale devoró el espacio y, generoso, asistió a Cristiano para concederle su regalo preferido, el gol. A placer mandó un mensaje de que su rodilla está recuperada.

Las llegadas del Real Madrid eran aisladas pero con aroma de gol. Eran momentos en los que el Real Madrid era demasiado directo, pero así puso la sentencia al duelo. Unai sorprendió a todos con un cabezazo potente que repelió el travesaño de la portería de Casilla y, de nuevo, en la siguiente acción llegó el gol local. Cristiano la picó, remató Morata, sacó Nauzet con media salida y el balón cayó a Danilo, que no perdonó.

GRAN RITMO Se desató el Real Madrid que ya no tuvo freno hasta el final, cómodo en la fase ofensiva del juego. Morata volvió a desequilibrar por la izquierda y Bale perdonó el tercero, con todo para marcar, por no rematar de primera con su pie derecho. No dejó escapar la suya Ramos. En jugada calcada a la anterior que tuvo, tras córner, aprovechó la ausencia de marcaje para coger carrerilla y rematar con potencia a la red el 3-0.

Nació la segunda parte con ritmo de ida y vuelta, la amenaza de goleada sonrojante no amilanó a Osauna. Dejó espacios en defensa, con los laterales superados, y el Real Madrid comenzó a ser un vendaval. Pepe marcaba el cuarto tras doblar con su remate, de nuevo tras córner, las manos de Nauzet. El juego aéreo era blanco.

Todos querían marcar. Nacho buscaba completar la fiesta goleadora de la zaga, Morata se desesperaba porque no encontraba puerta y Kovacic seguía, incansable, a su partido. Bale acariciaba el quinto que lo firmaba Modric con un buen disparo de derecha.

Fue cuando Zidane pensó en el calendario y el maratón de partidos que asoman. Retiró a Modric de su paseo, dejó en 65 minutos el regreso de Cristiano y hasta sustituyó a Bale. Mientras, Osasuna buscaba goles que premiasen en el marcador su esfuerzo e imagen.

El primero lo firmó Oriol Riera con un buen remate de cabeza a pase de De las Cuevas. El colegiado Fernández Borbalán impidió el segundo por no dar ventaja tras gol y señalar un claro penalti de Ramos que paró Casilla a Roberto Torres. Y fue David García el que firmó el segundo para que la afición osasunista se marchase orgullosa del estadio Santiago Bernabéu.