El Real Madrid buscará en el estadio Santiago Bernabéu sellar su pase ante el Steaua de Bucarest, el equipo ante el que inició su reacción después de tocar fondo en Getafe y conjurarse tras una reunión entre los jugadores que marcó el rumbo madridista.

El Real Madrid recibe al Steaua con un clima que mezcla la sensación de fuerza por los últimos resultados positivos con la extrañeza del grupo por el incidente protagonizado por Antonio Cassano con Fabio Capello.

Los insultos de Cassano al técnico en los vestuarios del Nastic de Tarragona tras no jugar ni un minuto han provocado el castigo del club para el delantero italiano que, apartado de la plantilla, es la gran ausencia de la lista.

"El tema Cassano está cerrado y no es un tema del partido", dijo el técnico, que afirmó: "No me ha gustado nunca en mi vida sancionar a jugadores porque es una derrota para todos. Cuando uno sanciona, es una derrota para todos".

SIN RELAJARSE Capello destaca la importancia del encuentro. "Es el partido más importante de lo que llevamos de temporada". Y aunque no tiene decidido el equipo titular, maneja alinear de inicio a Ronaldo, tratando de compensar el estado anímico del brasileño que no termina de entrar y necesita jugar y marcar para adquirir confianza.

Junto a Cassano la baja madridista sigue siendo Míchel Salgado, que recuperado busca su mejor tono físico. La inclusión de Helguera y el buen rendimiento de Sergio Ramos en el lateral derecho satisface a Capello, que también cuenta con buenas noticias en el centro del campo, donde Emerson se ha recuperado de un leve esguince de tobillo.

Mientras, los jugadores del Steaua creen todavía en un posible milagro que les ayude a sacar "un buen resultado" y mantenerse con vida en el grupo E. Llegan al Bernabéu decididos a jugarse el todo por el todo y sin nada que perder.