La final de la Copa del Rey es el objetivo y cuatro son los aspirantes, Barcelona y Mallorca, que se miden en el Ono Estadi (22.00 horas) y Athletic de Bilbao y Sevilla que se enfrentan por segunda vez en cuatro días en San Mamés (20.00 horas, La Sexta).

El Mallorca se ha propuesto dar la campanada ante el Barça y remontar el 2-0 de la ida, aprovechando el bajón de juego del conjunto blaugrana en las últimas semanas.

Para el Barcelona, que disputó su última final de Copa hace once años, es la oportunidad de revestirse de optimismo tras unas semanas de cierto agobio. Guardiola podrá contar con Iniesta, que puede incluso formar parte del once inicial. Manzano tampoco se guardará nada y pondrá a su once de gala sobre el césped.

La otra semifinal, la que se dirime en San Mamés, es clave para los dos equipos, pero más, si cabe, para el Athletic, que tiene la posibilidad de llegar a una final 24 años después. Caparrós lo sabe y no se va a guardar ninguna carta. Además, Bilbao se ha vestido de gala y el estadio estará totalmente lleno de un público deseoso de olvidar los tres últimos años en los que su equipo ha vivido angustiado al borde del descenso.

El Sevilla llega con la ventaja del Sánchez Pizjuán (2-1) y con la más reciente victoria en Liga (1-2 el sábado), pero este es un partido distinto y Manolo Jiménez, el técnico sevillista, sabe que el de hoy será un partido intenso e igualado.