Extremadura no tiene mar, pero Manuel Mosquera tiene el suyo propio en Almendralejo. Y no es de agua, sino de personas: su plantilla. El técnico gallego, felicísimo en la rueda de prensa postpartido de El Molinón, confesó que es así cómo ha bautizado a sus jugadores «porque mi equipo siempre golpea y golpea. Y siempre vuelve. Siempre», dijo orgulloso de los suyos.

«Nos ha apodado esa nueva frase y estamos muy de acuerdo con él. Sabemos quiénes somos nosotros y que el Extremadura, pase lo que pase, ante cualquier adversidad, siempre vuelve», ratificaba el capitán Willy.

Liberado, contento, pero sereno ante los micrófonos, Manuel quiso dedicarle esta victoria a su cuerpo técnico, al presidente y a todo el consejo de administración del club: «Estoy muy contento por todos ellos y por toda nuestra gente, por los que han estado aquí, y por nuestra afición que lo ha seguido en Almendralejo».

Manuel consideró que fue un triunfo «en un momento muy importante», pero también dejó claro que «era una victoria que sabíamos que iba a llegar por cómo estábamos trabajando, pero lo que no sabíamos era cuándo ni dónde». No obstante, el gallego dejó claro que «ahora no podemos parar. Nos vamos de vacaciones, pero aquí hay que venir con la cara apretada. Sin duda, esta victoria nos va a dar un impulso».

Peor suerte corrió José Alberto López, que tras la derrota ante el Extremadura fue cesado como técnico del Sporting.

También Rocha cree que ha sido un triunfo vital: «Y además merecido, porque hemos sido mejor que el Sporting. Nos hemos encontrado cómodos y hemos sabido jugar nuestro partido. Estamos muy contentos, pero sobre todo por nuestro cuerpo técnico y nuestra directiva, que nunca han dejado de confiar en nosotros».

No todo fue felicidad en Almendralejo. Sin duda, no lo fue para Carlos Cordero y toda su familia. El único jugador almendralejense de la liga que no es del Extremadura, fue curiosamente el que rompió la mala racha de los de su pueblo en Gijón.

Carlos se introdujo en propia meta el gol de la victoria del Extremadura en una jugada muy desafortunada para él, Fue doloroso ver cómo le pitó la grada de manera injusta, pues Cordero fue, posiblemente, el mejor de los suyos en el partido de ayer y sólo ese error afeó su encuentro.

Cordero, al término del partido, encontró el consuelo de los jugadores azulgranas, especialmente de los extremeños como Ale Díez, Casto o Willy. Muy especial también su abrazo con Samu Manchón, el otro almendralejense que ayer iba convocado en el Extremadura y con el que ha compartido muchos partidos.

El Extremadura arrancó el 2019 con una sonrisa de oreja a oreja tras ganar una víspera de Reyes al Alcorcón y lo celebra con cava extremeño en los vestuarios de El Molinón, donde corrió el espumoso entre los jugadores y la estampa de victoria. Los valientes están de vuelta. El mar vuelve a golpear.