El donostiarra Mikel Odriozola consiguió el mejor resultado de su vida en grandes campeonatos al terminar sexto en los 50 kilómetros marcha de los Mundiales de Osaka al cabo de una progresión sostenida desde el puesto 15 que ocupaba en el vigésimo kilómetro.

La victoria fue para el australiano Nathan Deakes, que consiguió su primera medalla de oro en grandes campeonatos con un tiempo de 3h43:53 por delante del francés Yohan Diniz (3h44:22) y del italiano Alex Schwazer (3h44:38). Jesús Angel García Bragado, campeón mundial en Stuttgart 2003, cerró su octava participación en un Mundial descalificado, pese a haber adoptado desde el principio una táctica conservadora, mientras que el gallego Santi Pérez, protagonista fugaz en los primeros kilómetros, se retiró lesionado.

LA CARRERA La marcha larga no añadió, por tanto, ninguna medalla más a España, que antes había ganado una de plata con Paquillo Fernández y otra de bronce con María Vasco, ambas en 20 kilómetros. "Estoy dispuesto a cambiar mi estilo de marcha", llegó a decir García Bragado, visiblemente hundido. Deakes hizo su apuesta decisiva en el 34 al dejar atrás a Diniz y enfrentarse en solitario a los últimos 15.000 metros cuando el termómetro marcaba 30 grados y la humedad ambiental se acercaba al 60 por ciento en el circuito de marcha.

El australiano, llorando de alegría tras alcanzar la meta, celebró su victoria junto a Diniz, mientras el italiano demostraba su enfado, pese a terminar tercero, arrojando airadamente al suelo su bote de líquido cuando cruzaba la línea de llegada.

El castellonense Agustín Félix, el otro atleta español que competía en la penúltima jornada de los campeonatos, cerró su actuación en el decatlón con un decimoséptimo puesto sin lograr el objetivo que se había marcado de superar aquí los 8.000 puntos, "porque sin esa marca no eres nadie", había explicado.