La familia del Cacereño sigue creciendo, pero aún hay sitios libres en la mesa. Al menos, dos. Ismael y Zubi, que ayer por la mañana firmó su contrato con la entidad verde, alivian la situación extrema que atravesaba la plantilla, pero no ponen fin a las carencias.

"Con 18 jugadores, la plantilla es aún corta", dijo Angel Marcos ayer, que piensa en un delantero y en un centrocampista con vocación ofensiva como necesidades para aliviar el aspecto más débil del equipo, el ataque. "Tenemos problemas en el área", añadió. Asegura eso porque a pesar de que su equipo ha sido mejor en los tres últimos partidos (eso afirma él), solo ha cosechado un punto, "un bagaje ridículo".

Sin Martins, con problemas físicos que ya le impidieron participar el pasado domingo ante el Sporting B, el técnico verde cuenta con 17 futbolistas, pocos aún, pero más de lo que últimamente acostumbra. Y para empezar a integrar a los nuevos, sobre todo a Zubi (Ismael lleva un mes entrenando junto al resto de la plantilla), el preparador de Serradilla quiere llevarse a todos a Pontevedra, donde el equipo juega mañana. "Prefiero que venga en referencia a Zubi, que solo ha realizado dos entrenamientos, que viaje para que conviva con la plantilla y todos pasen muchas horas juntos, porque eso es positivo", contó Marcos a Canal Extremadura Radio. Y puede incluso que ambos cuenten con minutos para empezar a demostrar qué es lo que pueden ofrecer al Cacereño, que necesita cambiar a una dinámica diferente.