Justo cuando Marc Márquez (Honda) protagonizó otro de sus mazazos de JASP (ya saben, Joven Aunque Sobradamente Preparado) al lograr su segunda pole position en MotoGP (la primera fue en Austin donde logró el grand slam : pole, vuelta rápida, victoria y liderato), empezó a diluviar. Mal asunto ese. El de la lluvia, pues nadie, y mucho menos el más joven e inexperto, quiere que se corra sobre el agua "aunque algún día ha de ser".

Ese tiempo descomunal (1.33.187 minutos) hizo que el no menos descomunal de los pilotos, el único bicampeón español de la categoría reina, llamado Jorge Lorenzo (Yamaha), hiciese una vuelta de vértigo y casi lo empatase (1.33.217), dejando ambos al tercero, que no fue Dani Pedrosa, que se cayó, sino el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), a casi medio segundo.

El pulso está servido. Y bien aderezado, pues ambos, bueno, más Márquez que Lorenzo, fueron protagonistas del polémico adelantamiento en la última curva de Jerez. Del que, por cierto, no quieren hablar aunque Valentino Rossi asegura que "la última curva de Le Mans es idéntica a la de Jerez". Ayer, tras esos tiempazos, el mallorquín se acercó al catalán en el corralito y estrechó su mano, le sonrió y le dio una palmada en el hombro, felicitándole por su vuelta. "Ha ido muy rápido. Si no llueve, va a ser una carrera tremenda", dijo Lorenzo.

MOTO2 Y MOTO3 En Moto3, otro español, Maverick Viñales (KTM), partirá desde la primera marca de la parrilla de salida de la histórica pista del noroeste de Francia, mientras que en Moto2 se impuso el japonés Takaaki Nakagami (Kalex), con los españoles fuera de las tres primeras posiciones. El mejor fue Tito Rabat (Kalex), cuarto a 685 milésima del nipón en una tanda interrumpida por la lluvia a 20 minutos para su finalización. Las previsiones anuncian que hoy, como es habitual en esta región, volverá a llover sobre Le Mans.