«Me sorprendió mucho cuando me llamó el Barça». Martin Braithwaite no pudo ocultar el asombro que sintió cuando recibió la llamada telefónica del Barcelona para anunciarle que era el delantero elegido para ocupar la plaza del lesionado Ousmane Dembélé. El Barça ejecutó en la mañana del jueves la cláusula de 18 millones de euros y por la tarde en un Camp Nou desangelado, no había público, el acto fue a puerta cerrada, y medio iluminado, daba sus primeros toques con el 19 a la espalda.

Firma hasta el 2024 con una cláusula de rescisión de 300 millones de euros. «Hemos hecho uso de la normativa, pero no es justo que el Leganés no se pueda reforzar», argumentó el presidente Josep Maria Bartomeu como si se disculpara implícitamente ante el club de Butarque. «Es una normativa que se debería modificar», dijo el dirigente azulgrana.

En la rueda de prensa apenas se prestó atención a Braithwaite. Solo recibió dos preguntas, y una de ellas de Barça TV, de las 12 que se escucharon.

Bartomeu eludió casi todas las cuestiones sobre la crisis digital, el llamado ‘Bartogate’, y quiso elogiar el carácter del exdelantero del Leganés. «Tiene mucha experiencia», recordó Eric Abidal, el secretario técnico. «Es diferente a lo que tenemos en la delantera. Es un jugador de carácter, ganador, fuerte», incidió.