Los entrenamientos han vuelto a la ciudad deportiva del Extremadura, aunque nunca antes hubo una sensación tan extraña como ahora. El recinto se ha convertido en un auténtico búnker en el que las medidas de higiene y seguridad estipuladas por el protocolo de LaLiga son extremas. Los jugadores han vuelto al césped, pero en ocasiones, ni se ven.

Manuel ha diseñado entrenamientos desde las nueve de la mañana, aunque cada jugador tiene su horario personalizado. La razón no es otra que en cada campo solo puede haber seis jugadores al mismo tiempo. Y solo hay dos terrenos de juego. Además, los futbolistas no pueden coincidir en la entrada a la ciudad deportiva, así que van entrando cada cinco minutos. Los hay que tienen que esperar con el coche arrancado fuera del recinto hasta que les toca su turno. Vienen ya vestidos de deporte desde casa y se van con la misma ropa a ducharse. Al día siguiente, la tienen que traer en una bolsa biodegradable para que el servicio de lavandería del club la recoja.

Además, cuando entran por la ciudad deportiva, un operario de seguridad les mide la temperatura y les entrega guantes y mascarillas. Todo bajo la supervisión de un inspector de LaLiga que vela porque se cumplan las normas.

Circuito físico/ Los entrenamientos son individuales y se han centrado en circuitos de fuerza y velocidad para ir recuperando el tono físico, aunque también hay mucho balón después de casi dos meses sin tocarlo.

«Estamos contentos de poder volver, porque eso significa que algo bueno está pasando. Esto es como el inicio de una pretemporada, aunque echamos mucho de menos el contacto con los compañeros y el cuerpo técnico. Los jugadores somos mucho de estar en contacto, de abrazos, de estar juntos. Ahora se hace raro pasar al lado de un compañero y no poderle chocar la mano», dice el centrocampista David Rocha.

Si la evolución de la pandemia continúa en esta línea y se cumplen los planes de LaLiga, la próxima semana ya podrían entrenar en grupos de ocho jugadores, lo que facilitaría las sesiones de trabajo.

En el Extremadura ya han activado el chip de competición con la idea de buscar una machada para la permanencia. En principio, la liga podría volver el 12 de junio.