Hace nueve días, en Baza, el Mérida necesitaba marcar tres goles y tenía por delante 30 minutos, al final consiguió cuatro goles y la clasificación para las eliminatorias de ascenso.

Ahora necesita dos goles y tiene por delante 90 minutos. "Entonces nos van a sobrar sesenta minutos", comentaba ayer entre risas el capitán emeritense, Juli Ferrer, y es que según el central romano "estamos deseando empezar el partido, ojala la semana se pasara en 10 minutos".

Horas después de la derrota frente a la Ponferradina, la plantilla esta confiada en la remontada "ya lo hemos hecho otras veces, somos especialistas en esto y nos lo tomamos como que tenemos una segunda parte en la que hay que remontar". Mucho más optimista se mostró ayer el capitán a lo que fue el entrenador nada más acabar el choque.

Goran Milojevic, tras su primer revés serio en Mérida, habló desde la sinceridad y por eso su mensaje no sonó muy optimista cuando afirmó que "en el primer partido estamos casi fuera", ahora bien, "no tenemos nada que perder", dijo un entrenador que ha sabido motivar a sus pupilos cuando precisamente no tenían nada que perder, porque estaba todo perdido. Con esa psicología el Mérida ha salvado la cuarta plaza, con remontadas y goles en los últimos minutos.

Todos en el seno emeritense saben que es muy complicado remontar, porque la Ponferradina ha demostrado ser un equipo que sabe jugar con el marcador a favor, sin embargo, el propio Juli Ferrer da una clave: "si marcamos pronto, ellos se van a poner nerviosos porque un segundo gol nos da la eliminatoria".

Con respecto a los preparativos, todavía no se conoce el horario del partido, aunque seguro que será el domingo por la tarde entre las seis y las siete. El precio de las entradas es de 25 euros para la afición emeritense, el club ha solicitado 500 entradas.