TURQUIA 3: Demirel; Hamit Altintop, Emre Guncor (Asik, m.63), Servet Cetin, Hakan Balta; Mehmet Topal (Kazim Kazim, m.57), Aurelio, Arda Turan; Tuncay Sanli, Nihat, Semih Senturk (Sabri Sarioglu, m.46).

REPUBLICA CHECA 2: Cech; Grygera, Ujfalusi, Rozenhal, Jankulovski; Galasek; Sionko (Vlcek, m.84), Matejovsky (Jarolim, m.38), Polak, Plasil (Kadlec, m.80); Koller.

GOLES: 0-1: m.34: Jan Koller, 0-2: m.62: Jaroslav Plasil, 1-2: m.75: Arda Turan. 2-2: m.87: Nihat, 3-2: m.89: Nihat.

ARBITRO: Peter Frojdfeldt (SUE). Expulsó a Demirel (m.90+2), por agredir a Koller.

Nihat Kahveci, el capitán y la estrella del conjunto turco, convirtió en milagro una remontada que parecía imposible y, con dos goles en los últimos tres minutos, envió a su equipo a los cuartos de final y a la República Checa a casa, víctima de sus errores.

No había aparecido apenas Nihat en todo el torneo, pero cuando lo ha hecho ha sido decisivo. Con todo perdido, cuando su selección se aprestaba a jugar los últimos minutos del torneo, aprovechó un garrafal error de Petr Cech para lograr el empate (m.87) y, dos minutos después, cazó un balón al borde del área y lo puso lejos del alcance del desesperado meta del Chelsea.

Nihat metió en cuartos a Turquía, un conjunto que había sido muy inferior a la República Checa durante más de una hora, pero que tiene una increíble capacidad de supervivencia, como ya había demostrado en la jornada anterior, cuando ganó a Suiza tras remontar en el último minuto del encuentro.