La próxima madrugada, a partir de las 3.00 horas, se decidirá en Miami el nuevo campeón de la NBA. Tras seis tensos duelos, todo se determinará en el séptimo y definitivo envite. Y será así gracias al milagroso triple de Ray Allen, un escolta de 37 años que salvó a los Heat del desastre. Su canasta envió el partido a la prórroga (95-95), en la que los hombres de Spoelstra se impusieron, también con dos tiros libres finales suyos (103-100).

LeBron James acabó el choque con cifras estratosféricas (32 puntos, 10 rebotes, 11 asistencias), pero no fue el hombre decisivo. Empezó fallón y solo encontró su mejor versión después de despojarse de su habitual cinta. El tercer cuarto acabó 65-75 y el equipo de San Antonio dominaba 89-94 a 28 segundos del final.

Todo eso gracias a un genial Tim Duncan (30 puntos, 17 rebotes) y a la constancia de Parker. LeBron asumió la responsabilidad en el tramo final. El MVP perdió dos balones claves y falló un triple, pero anotó otro tras el rebote. Con 92-94, Leonard solo pudo anotar un tiro libre para los Spurs. Miami estaba tres abajo y Lebron erró otro triple, pero Bosh cogió el rebote y asistió a Allen, que obró el milagro. En la prórroga, Miami triunfó. La resolución final, esta madrugada.