El Moralo prepara con tranquilidad el partido de vuelta de su eliminatoria con el Villanueva de Córdoba tras la ventaja de dos goles a uno y sin la presión de tener que ascender a Segunda B. A pesar de todo, sigue sorprendiendo en Navalmoral la euforia que transmite el equipo jarote que sigue sintiéndose favorito y confiado en eliminar a los extremeños. El club cordobés confía en las condiciones especiales de su campo de San Miguel, de pequeñas dimensiones y se superficie de tierra rodeado por cerca de dos millares de apasionados seguidores. Pero el Moralo no estará solo. Las Brigadas Verdiblancas han fletado un autobús y el Ayuntamiento les ayuda con 300 euros para pagar parte del viaje. Todavía hay plaza aunque se confía en poder llenarlo.