En su segundo partido con la camiseta del Mónaco, el delantero cacereño Fernando Morientes comenzó a rentabilizar ya su fichaje, gracias a un gol y a un pase decisivo que dieron finalmente al conjunto del Principado su primera victoria en Liga de Campeones contra el PSV Eindhoven (2-1).

Cedido por el Real Madrid en el que no disponía de minutos diluido en la constelación de estrellas blancas, Morientes ha encontrado en Mónaco un club que necesita como pocos de su olfato goleador.

Su oportunismo fue lo que le permitió abrir ayer el marcador frente al PSV, al aprovechar un balón suelto que la defensa holandesa no supo alejar e introducirlo de cabeza en las mallas de Waterreus.

PAPEL CLAVE

"Los grandes jugadores siempre acuden a la cita en los partidos importantes. Ha tenido un papel capital. Si no hubiera marcado habría dicho lo mismo. Estuvo muy bien en el combate físico y los movimientos que hizo sin balón nos permitieron mejorar el juego colectivo", afirmó el entrenador monegasco, Didier Deschamps, sobre el exmadridista.

Fue su vigésimo gol europeo, el 18 que logró en la máxima competición continental (logró dos en la Recopa de Europa con el Zaragoza en la temporada 95-96).

También aportó las dosis justas de astucia y fortuna en el segundo gol, en el que hizo una pared con Edouard Cissé que el francés aprovechó para marcar el segundo tanto.

En su segundo partido como monegasco, Deschamps utilizó a Morientes como un nueve clásico. El extremeño fue el encargado de recibir la mayoría de los pases largos que le enviaban sus compañeros.

En esta fase del juego demostró que todavía no está adaptado al cien por cien al esquema de su nuevo equipo, pero su calidad y experiencia --con Ludovic Giuly era el único monegasco que había disputado la Liga de Campeones-- terminaron por aportar un gran beneficio al equipo.

Morientes eligió jugar en el Mónaco, en detrimento de otras opciones, porque quería estar en un club que luchara por los primeros puestos de la liga de su país y estuviera en la Liga de Campeones.

El punta, que apenas gozaba de minutos de la basura en el club blanco, quería relanzar su carrera, para poder optar a un puesto en la selección, de cara a la Eurocopa que el próximo año se juega en Portugal.

El Mónaco fichó a Morientes tras haber perdido a su delantero Shabani Nonda, máximo goleador de la pasada temporada y que se perderá todo este año por lesión.

El conjunto de Deschamps, con un claro carácter defensivo, apuesta por la solidez de su bloque y necesita a un atacante potente y oportunista que aproveche balones en el área. Morientes parece el hombre de la situación y, de momento, el Mónaco empieza a aprovecharse.