Ante el optimismo madridista y el pesimismo atlético sale al paso José Mourinho. Advierte el técnico portugués que tan solo ha perdido tres derbis en su larga carrera entre Portugal, Inglaterra, Italia y España, y que en estos partidos, como el Madrid-Atlético de esta noche (20.00 horas) no hay favoritos. Aisla a su equipo de la euforia y firma de antemano un triunfo por la mínima. "Un 1-0 o 2-1".

Pide pocos goles Mourinho, pero sabe que su equipo se ha convertido en una máquina de hacer tantos. Hasta 16 ha marcado en los tres últimos partidos (siete a Osasuna, tres al Valencia y seis al Dinamo Zagreb). Le anima a ofrecer su versión más ofensiva con el objetivo de derrumbar con rapidez el planteamiento defensivo que espera de Gregorio Manzano.

El momento dulce que protagonizan Gonzalo Higuaín y Karim Benzema y el buen nivel que ofrecieron juntos en Liga de Campeones, invita a Mourinho a apostar por los dos en el equipo titular. La baja de Kaká por lesión y el regreso justo de forma de Di María ayudan. Todo indica a que de inicio jugarán juntos los cuatro fantásticos, con los dos puntas acompañados por Ozil y Cristiano Ronaldo.

BAJAS Se pierden el derbi por lesión junto a Kaká, Alvaro Arbeloa y Carvalho. Dos bajas defensivas que obligan a Lass a seguir de lateral, ya que Sergio Ramos se ha instalado para siempre en el centro de la defensa, tras dar al equipo aspectos que no tenía. Un nuevo triunfo es el objetivo del Real Madrid para llegar líder al clásico y afrontar por encima el reto de tumbar al Barça.

Mientras tanto, el Atlético de Madrid añora un triunfo en el derbi. Ya son 21 encuentros sin vencer al eterno rival, demasiado tiempo para la afición y el equipo rojiblanco, que visita con las máximas aspiraciones el Santiago Bernabéu, donde fija su objetivo en la victoria, pese a la diferencia en la clasificación.

No es el mejor momento del Atlético, con demasiados altibajos este curso y con una preocupante racha lejos del Vicente Calderón. Además, no estará Falcao. Sólo ha sumado un punto de 15 posibles y ha marcado dos goles en sus cinco encuentros de Liga como visitante, en contraste con sus buenas actuaciones en casa, donde está invicto.

Ahí, en su estadio, consiguió el pasado domingo un triunfo balsámico frente al Levante, al que superó por 3-1, pero que necesita continuación en sus choques a domicilio, donde su déficit de puntos le ha impedido pasar del octavo puesto de la tabla en las doce jornadas disputadas, aunque ahora mira a Europa a sólo dos puntos.

Hoy le espera un gran desafío al Atlético, que ha insistido esta semana en la importancia de la intensidad y la concentración.