El Cacereño ya está en marcha y aunque alguno de los recién llegados prefiera no pronunciar la palabra ascenso («es meter una presión innecesaria», dice el guardameta Gorka Magunazelaia), no hay más objetivo que ese. «Todos sabemos cuál es el objetivo y si venimos es porque nos vemos capacitados para ello», añadió el portero vasco, que junto al delantero uruguayo Germán Fassani abrió la ronda de presentaciones de un equipo que tiene muchas caras nuevas.

La puesta de largo fue en la sala de musculación de El Perú Cáceres Wellness, un entorno que pronto será habitual para los jugadores del Cacereño. El club y el centro deportivo han alcanzado un acuerdo de colaboración. «Esto servirá para profesionalizar la preparación física de los jugadores», explicó Jorge Azcona, gerente de El Perú. «Nos van a dar muchas facilidades para que nuestro equipo esté preparado para dar lo máximo», añadió Carlos Ordóñez, presidente del CPC.

Este jueves la plantilla al completo visitará el centro deportivo para realizarse un análisis corporal, un test de fuerza del tren inferior y un test de capacidad cardiovascular «para ver su nivel de esfuerzo y su resistencia aeróbica y anaeróbica», explicó Azcona, que destacó la seguridad de las instalaciones, perfectamente adaptadas a todos los protocolos necesarios para combatir el covid-19.

Gorka y Fassani son dos de las caras nuevas del Cacereño. Ambos destacaron el gran interés del club y «lo bien que se están haciendo las cosas en los últimos años» para aceptar la oferta del conjunto verde. «Tengo mucha ilusión y ambición por conseguir el objetivo y tener una temporada como todos deseamos», apuntó el uruguayo.

Saben que la temporada no será fácil, pero todo lo aprendido en el atípico final del pasado curso les servirá para preparar mejor el próximo. «Creo que va a ser un año mucho mejor que el anterior porque ya tenemos esa conciencia sobre la situación», añadió el delantero charrua.