Rafael Nadal, tercer cabeza de serie, continuó con su racha triunfal en el Masters 1000 de Montecarlo y accedió con autoridad a los cuartos de final tras derrotar al alemán Philipp Kohlschreiber, decimosexto cabeza de serie, mientras que el serbio Novak Djokovic, primer favorito, sufrió de nuevo, esta vez ante el argentino Juan Mónaco.

Nadal, que busca su noveno título consecutivo en el Principado, no dio opción ante el jugador germano, al que derrotó por 6-2 y 6-4 en una hora y veinte minutos. El balear se enfrentará en los cuartos de final al búlgaro Grigor Dimitrov, que ganó al alemán Florian Mayer por el mismo marcador de 6-2 y 6-4.

Nadal, que había caído ante Kohlschreiber en su último enfrentamiento el año pasado, aunque fue en la hierba de Halle, acumula por lo tanto 44 victorias consecutivas en el torneo monegasco y 268 en su carrera en tierra batida.

El jugador español, que reaparecía en el circuito tras haberse llevado el triunfo en Indian Wells, minimizó el efecto del juego del germano, verdugo en la ronda precedente del también español Pablo Andújar.

Nadal fue muy superior en la primera manga y en la segunda bajó algo en su juego, pero mantuvo la consistencia y la constancia necesaria para no permitir alegría alguna a su oponente.

"Me siento más relajado", admitió Nadal, que se mostró "muy contento"por el juego desarrollado y la victoria, que volvió a calificar de "buena noticia" y que obtuvo ante un rival "completo".

"Lo digo todos los días, cada victoria es muy importante para mí", señaló el español, cuyo rival, Dimitrov, admitió que tiene muchas ganar de medirse a Nadal y jugar un gran partido.

PROBLEMAS DE 'NOLE' Djokovic, primer favorito, solventó su anterior partido con apuros ante el ruso Mikhail Youzhny y este jueves de nuevo pasó con problemas ante Juan 'Pico' Mónaco.

El balcánico incluso dio la sensación de que podía pensar en la retirada cuando perdió el primer set ante el argentino Mónaco, por 4-6.

Recibió la visita de las asistencias entre gestos de incomodidad y molestias, pero optó por continuar. Mónaco, que hasta entonces había dominado con cierta claridad, no pudo ya con Djokovic, que resurgió de sus cenizas ganó las dos siguientes mangas por un doble 6-2.