El motor de Rafael Nadal aún no está fino como al heptacampeón le gustaría. En su tercera aparición en las pistas de Roland Garros, la puesta a punto aún no es la idónea. Sea por la lluvia, por una climatología que no va bien a su juego o por haber tenido que jugar dos partidos seguidos sin descanso, su tenis aún ratea demasiado, aunque eso no le impidió clasificarse para los octavos de final tras vencer al italiano Fabio Fognini por 7-6 (7-5), 6-4 y 6-4.

Lo admitió él mismo. "Hoy he vuelto a sufrir. Aún no estoy a mi mejor nivel. Cometo muchos errores, juego demasiado corto, me falta intensidad en las piernas, llego tarde a dar los golpes e incluso me tropiezo", reconoció el tenista.

Conocedor de su juego y cómo le gusta tenerlo afinado, Nadal era el primer decepcionado. "Necesito encontrar mi ritmo en la pista, me falta calma, me parece que juego demasiado ansioso. No estoy al 100%, es evidente, y cuando pasa eso hay que saber sufrir, ser positivo y trabajar más. Eso es lo que pienso hacer mañana para preparar el partido del lunes". Nadal sabe que recuperar las mejores sensaciones es fundamental para llegar lejos en el torneo. "Si no soy capaz de calmarme tendré más tiempo para pescar en Mallorca", bromeó.

"No fue fácil", admitió Nadal. Fognini intentó desbordarlo con un juego agresivo. El italiano se adelantó 4-2, pero no pudo concretarlo por los errores no forzados que cometió a lo largo del partido (59), y eso que Nadal le acompañó en la sinfonía del desacierto con 40 en solo tres sets. Gracias a eso, el campeón pudo igualar (5-5) en la primera manga y apuntársela finalmente en el tie break , tras desperdiciar cuatro set ball . Y a esa montaña rusa de desaciertos siguieron subidos los dos tenistas en la segunda y tercera manga, aunque Nadal supo aprovechar los "momentos buenos" para salvar una situación que sabe que debe mejorar si quiere seguir. Le espera Kei Nishikori, número 15 mundial.