Han pasado 40 años desde que la ATP puso orden en el tenis con una clasificación que reflejaba quién era el mejor tenista del mundo. "Es definitivamente la meta de cada atleta, ser el número 1", resumió ayer Novak Djokovic en la fiesta conmemorativa en el Waldorf Astoria de Nueva York, que reunió a 19 de los campeones (entre ellos Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal) que han comandado la tabla mundial. El campeón de Manacor puede asaltar el trono que cedió hace dos años.

El Abierto de EEUU que mañana empieza puede ser el escenario en el que Nadal vuelva a la cima. Para ello necesita ganar y que Djokovic no alcance la final, o bien ser finalista y que Nole no llegue a cuartos. No será fácil, porque el serbio no ha fallado a su cita con la última ronda de Flushing Meadows en las tres últimas ediciones, pero el mallorquín está en forma.