Con el objetivo de olvidar cuanto antes la derrota en Burgos, la plantilla del Cáceres Patrimonio de la Humanidad volvió ayer a los entrenamientos con la mirada fija en el duelo ante el Huesca del viernes (Multiusos, 21.00 horas), último del año y que puede servir para lavar la pobre imagen ofrecida en la cancha burgalesa tras el 30-0 inicial. «Tuvimo un mal inicio», reconoce Ñete Bohigas, que sin olvidar lo sucedido («no olvido ningún partido») prefiere destacar lo positivo como herramienta para avanzar: «Nos han pasado ya dos cosas extrañas este año [la derrota con Breogán, 50-113, y ese 30-0 de inicio en Burgos] y las dos las hemos solventado. Estamos con siete victorias, superfelices porque estamos tan cerca del objetivo del club, que es mantenerse, que el grupo está muy contento».

Se aferra Ñete Bohigas al trabajo bien hecho, algo que lleva realizando desde principio de temporada, con victorias o derrotas, y reitera que el equipo lleva ahora siete victorias, solo una menos que el año pasado a estas alturas de temporada, «por lo tanto es un éxito tremendo, porque esta plantilla tiene diferencias sustanciales» con la anterior.

Sin negar los contactos con Rolandas Jakstas adelantados ayer por este diario, Bohigas aseguró que es «imposible, inaccesible. A nosotros nos encantaría, al club y a la afición también, pero tenemos que tener los pies en el suelo. Él tiene un caché al que no podemos acercarnos». No se puede descarta la llegada de algún refuerzo, pero tampoco asegurarla. «Mi obligación es ver cosas y el club decide. Siempre tenemos la obligación de mejorar y para hacerlo en la clasificación, con lo que tenemos es difícil».

Según informó ayer este diario, entre el club y Jakstas ha habido una primera negociación fallida por la diferencia económica entre lo que puede pagar el Cáceres y las pretensiones del jugador lituano, descontento con la situación en su equipo actual, el Juventus-LKSK Utenos de su país. La negociación está ahora interrumpida, pero desde el club se espera una posible bajada del salario del jugador para realizar una nueva oferta.

PRIMER ENTRENAMIENTO / Cinco días de descanso ha tenido la plantilla del Cáceres, que el viernes recibe al Magia Huesca, el martes 3 viaja a Palencia para enfrentarse al Quesos Cerrato y el viernes 6 vuelve al Multiusos para jugar contra Força Lleida. Intenso calendario que se inició ayer con una sesión compartida entre Bohigas y el preparador físico Mario Hellín. «El primer día es un poco de soltar, de poder sudar, de sentirse cómodo, de tener otra vez sensaciones con el balón», explicó el entrenador, que espera volver hoy a la rutina habitual.

Cuatro derrotas seguidas acumula el Huesca, aunque Bohigas no se fía. «Será un partido muy duro, seguro». «En casa tenemos que hacernos fuertes, sea contra el que sea», añade Sergio Pérez, que reconoce un hándicap del equipo en los partidos fuera de casa, aunque aún no ha descubierto cuál. «Me encantaría saber qué es, porque no tiene nada que ver con lo que hacemos en los partidos en casa».

CORREGIR ERRORES / Aprender y corregir los errores es la clave dada por Sergio Pérez cuando recuerda el 30-0 de Burgos. «Este descanso nos ha venido muy bien para quitarnos las malas sensaciones del último partido en Burgos».

Tanto el entrenador como el ala-pívot saben que la victoria ante el Huesca es muy importante antes de visitar al tercero y recibir al séptimo. «Si sacamos adelante ese partido le sacaríamos ya cuatro partidos y la posibilidad de un average», apunta Bohigas. «Estamos intentando dar ese paso, pero no creo que sea fácil, tiene un buen equipo, tanta plantilla como nosotros o más». El Magia Huesca ha reforzado su plantilla desde primeros de mes con Gregory Gantt y Mirza Bulic, «dos jugadores que le han dado un impuso nuevo y ahora están peleando por salir de abajo».