"Lo importante era ganarlo, independientemente de quién fuese el rival". Ese fue el principal mensaje de Ñete Bohigas al final del encuentro que su equipo, el Cáceres, había disputado ante el Askatuak. "Cuando acumulas derrotas, necesitas ganar para creer en lo que haces", añadió.

Ni siquiera en un partido en el que ganó por 28 puntos de diferencia le faltó un matiz de autocrítica a Bohigas: "No ha sido muy bueno en cuanto a continuidad, aunque sí en la segunda parte. Tenemos que seguir mejorando y hay mucho camino por delante todavía, porque ha sido un poco a rachas, con ratos buenos y otros no tan buenos".

"Me preocupaba nuestra dureza defensiva y la hemos tenido por momentos. Tenemos la calidad física, pero nos falta trabajar más para tener un gran bagaje táctico", apuntó.

Preguntado por los frecuentes pasos que cometen sus extranjeros, dijo preocuparle más los de Kelsey Williams que los de Garfield Blair, que considera más evitables porque son de salida y no al pivotar para buscar la canasta, como ocurre en el caso del pívot. "Hemos perdido demasiados balones", reconoció Bohigas.

También afirmó que ve a Pablo Bayle "con minutos en la rotación porque lo lleva demostrando durante bastantes entrenamientos", pero que no los había dado porque "había que dar confianza a los titulares".

Por su parte, David Blanca, técnico del Askatuak, lamentó que su equipo "bajase los brazos" cuando se vio demasiado atrás en el marcador. "Hemos empezado muy fríos y nos ha costado mucho entrar. En la segunda parte, el Cáceres ha roto el partido y ha disfrutado", resumió.