BRASIL: Julio César; Daniel Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho, Oscar; Hulk (m.74, Hernanes), Neymar (m.73, Lucas Moura) y Fred (m.80, Jô).

JAPON: Kawashima; Uchida, Yoshida, Konno, Nagamoto; Endo (m.77, Hosogai), Hasebe, Honda (m.87, Inui), Kiyotake (m.50, Maeda); Kagawa y Okazaki.

GOLES: 1-0. Min.3: Neymar; 2-0. Min.47: Paulinho. 3-0. Min.92: Jô.

ARBITRO: Pedro Proença (POR) amonestó a Hasebe (m.45).

INCIDENCIAS: Partido inaugural de la Copa Confederaciones.

Un golazo de Neymar encarriló ayer un cómodo triunfo de Brasil sobre un débil Japón (3-0) que no ofreció mayores preocupaciones al equipo anfitrión en la inauguración de la Copa Confederaciones.

Neymar, con un trallazo al inicio de la primera parte; Paulinho, con un rápido remate al comienzo de la segunda; y Jô, en un contraataque en el descuento, liquidaron el partido para la selección brasileña, que jugó mejor que en los últimos amistosos, pero sin llegar a abrumar a su rival. Japón estuvo acorde con su posición como equipo más flojo del Grupo A y prácticamente no incomodó a Brasil.

Neymar tardó apenas tres minutos en poner en ventaja a Brasil, después de recibir una asistencia de pecho de Fred en la frontal del área. El nuevo jugador del Barcelona la pudo en la escuadra nipona con una brillante volea al primer toque.

El gol del flamante fichaje del Barcelona encarriló el partido para los anfitriones, que a partir de ahí, despojados de la presión del debut, se hicieron con el control del balón, aunque sin llegar a arrinconar a los nipones y con etapas en las que se atascaron en el centro del campo.

Puntualmente, Marcelo fue una vía para desatascar el juego por la banda izquierda, mientras que por la derecha Brasil se sirvió de la potencia de Hulk.

Tras el descanso, casi con el mismo guión de la primera parte, pero con diferentes protagonistas, Brasil anotó el segundo tanto a dos minutos después del pitido del árbitro. Paulinho se revolvió en el área y remató a gol un largo centro desde la banda de Daniel Alves.

El 2-0 permitió a Brasil relajarse. Sin embargo, tuvo un motivo de preocupación: en una internada en el área, después de un eslalon, Neymar recibió un golpe en la espalda y tuvo que ser sustituido.

Brasil se contentó con mantener el resultado, especuló con el balón y dejó correr el reloj ante un Japón todavía inerme. Un rápido contragolpe liderado por Oscar le permitió a Jô anotar el tercer tanto en el descuento.