EXTREMADURA PLASENCIA - 84: Joan Faner (19), Miguel Angel Conejero (7), Alex Ros (16), Joseba Iglesias (8) y Fran Robles (12) --cinco inicial-- Juanmi Morales (4), Merino (3), Clayton Longmire (13) y Pablo Bayle (2).

GANDIA - 71: Javier Alvarado (9), Javier Rodríguez (15), Eric Sánchez (5), Shay Miller (12) y Fabio García (3) --cinco inicial-- Anthony Oha (19), Catalá (0),Guitterer (8) y Alex Camarena (0).

MARCADOR POR CUARTOS: 18-23, 42-35 (descanso), 59-52 y 84-71 (final).

ARBITROS: A. Fernández Sánchez y F. Martínez Estopiñán (Bien). Sin eliminados.

El Plasencia Extremadura se reencontró a sí mismo en la noche de ayer. Su victoria (84-71) ante el Gandía recordó a tiempos pasados, fue un partido perfecto en todas las líneas.

Con el hándicap de no poder contar con Thorton los locales encauzaron su juego en el ataque, con transiciones rápidas donde destacó sobremanera Joan Faner (27 de valoración) que hizo jugar a su equipo, midiendo perfectamente los tiempos y encima entonadísimo en el acierto anotador, desde su llegada el equipo es otro.

Le acompañó en esta labor un excepcional Alex Ros. Piru se gustó y demostró que la veteranía es un grado, incluso el capitán Miguel Angel Conejero tuvo cinco minutos memorables y Robles a pesar de sus molestias supo aportar su clase.

Ni siquiera el 0-6 inicial preocupó, porque un triple de Joseba Iglesias ayudó a enjugar la ventaja y aunque los valencianos se fueron ganando el primer cuarto (18-23) se intuía que los de Calles no se dejarían sorprender.

La dupla Alvarado, Eric Sánchez no dio los frutos deseados y el Gandía tardó seis minutos en anotar en el segundo periodo. Para entonces Plasencia ya se escapó en el marcador (29-23), salió al rescate Gitterer y el ex hizo en principio daño, pero un parcial de 7-0 permitió a Plasencia marcharse al descanso en franquicia (42-35). Clayton, aunque anárquico, supo buscarse la vida a su modo pero esta vez en beneficio del equipo.

REACCION Comenzó inspirado el Gandía que se acercó a 2 (42-40). Fue el último intento. Ya no pudo más con un equipo que se creció por momentos, mandón y empecinado. Ni siquiera el poderío de Miller intimidaba y menos a Conejero, que se permitió el lujo de anotar 7 puntos seguidos y aunque Javi Rodríguez se empeñaba en que los suyos no se durmieran, no pudieron aminorar la renta al final del cuarto (59-52).

El último tramo fue un festival, que empañó un tanto Juanmi Morales, que jamás supo entrar en juego. Si había que correr se corría, si había que parar, se paraba, baloncesto en estado puro que añoraba La Bombonera. La ventaja se marchó hasta los 18 (77-59) y Gandía bajó los brazos, incapaces de parar el aluvión. A la fiesta se unieron Bayle y Merino, los únicos sin anotar, y quisieron marcharse de vacaciones realizando su aportación a una victoria merecida y que llena de confianza a un equipo que empieza a dar muestras de poder alcanzar cotas mayores.