El vicepresidente deportivo del Cacereño, Juan Ojalvo, manifestó ayer que tenía previsto reunirse con el entrenador, Miguel Angel Mateos, y la plantilla de jugadores, para recibir una explicación sobre el nuevo desastre del equipo, vapuleado el domingo en casa por el modesto Monesterio (0-3).

"Tengo que hablar con el técnico y con los jugadores. He visto muy poca actitud. Dos jugadores, el número 10 (Pitu) y otro nos destrozaron y no hay excusas. Yo soy el primero en reconocerlo", dijo Ojalvo, quien reconoció que "no hay que ponerle peros" al triunfo del Monesterio ni tampoco al árbitro que, recordó, fue el mismo que pitó al equipo en el otro sonrojante varapalo sufrido en esta temporada: el 5-0 de Olivenza. "Entonces sí nos perjudicó", opinó.

Tal y como sucediera tras el encuentro de Olivenza, Ojalvo dijo que creía necesario hablar con el técnico y los jugadores. "Entonces, dio resultado, pero no vamos a estar siempre así", añadió el directivo.

"El equipo no es tan malo", apuntó, para negar después que el entrenador esté cuestionado en el club. "Va a terminar la temporada y voy a hablar con él porque es amigo mío", pronosticó. "El año pasado la plantilla no estaba bien confeccionada; este año, sí", dijo.

"No es excusa, pero notamos que no estuvieran ni Carlos ni Antonio", subrayó el directivo, quien recordó que él mismo, el entrenador y el secretario técnico han hecho la plantilla de esta temporada. Ojalvo no pierde la esperanza: "Yo creo que sí podemos estar entre los cuatro primeros", manifestó, aunque dijo entender que la poca afición que estuvo el domingo en el Príncipe Felipe "es normal que se enfadara". De todas formas, dijo que no escuchó críticas hacia su persona y calificó de "veletas" a los que cambian de opinión en función "del viento que corra" en el club verde cada temporada.