ATLÉTICO DE MADRID - 2: Leo Franco; Seitaridis, Pablo, Ujfalusi, Antonio López; Maxi Rodríguez (Miguel de las Cuevas, m. 79), Paulo Assuncao, Raúl García (Maniche, m. 66), Simao; Forlán y ´Kun´ Agüero (Sinama Pongolle, m. 55).

OPORTO - 2: Helton; Sapunaru (Pedro Emanuel, m. 79), Bruno Alves, Rolando, Cissokho; Lucho González, Fernando, Raúl Meireles (Costa, m. 90); Lisandro (Sektiuoi, m. 90), Hulk y Cristian Rodríguez.

GOLES: 1-0, m. 3: Maxi. 1-1, m. 21: Lisandro. 2-1, m. 45: Forlán. 2-2, m. 72: Lisandro.

ARBITRO: Howard Webb (ING). Amonestó a Raúl García, Assuncao, Sapunaru y Lisandro.

La falta de puntería del Oporto y las paradas de Leo Franco minimizaron en el marcador (2-2) el decepcionante partido del Atlético de Madrid, resuelto con un empate que le resta buena parte de sus opciones de pasar a cuartos de final.

Los rojiblancos necesitan al menos un empate a dos tantos o ganar en su visita de dentro de quince días a Portugal para acceder a la siguiente ronda, una misión que, tras la multitud de errores defensivos en los locales y la clara superioridad visitante en el encuentro de esta noche, parece bastante complicada.

Y eso que, en tres minutos trepidantes, el Atlético ya mandaba en el marcador. Fue así porque Leo Franco salvó el 0-1 en una inmejorable ocasión de Lisandro López y porque los rojiblancos demostraron una efectividad máxima en su primer contragolpe, en una conexión entre ´Kun´ Agüero y Maxi Rodríguez.

La jugada la culminó el capitán rojiblanco, libre de marca por un desajuste defensivo del lateral Cissokho, pero el Oporto seguía muy vivo en la eliminatoria. Lo demostró con el paso de los minutos, en los que fue ofensivo, se sintió cómodo y dejó en evidencia a la zaga local con la velocidad de Hulk y Lisandro.

No había quien parara sus arrancadas. Ni los medios ni los laterales ni los defensas rojiblancos, superados en la zancada por cualquiera de los dos jugadores del bloque portugués, dueño de un partido del que había desaparecido en ataque el Atlético.

Mala noticia para un equipo que vive de la inspiración de su frente ofensivo, sobre todo del Agüero, y que ofrece cada vez más dudas, muchísimas, en defensa. Ahí regaló el 1-1 al Oporto, en un cúmulo de errores culminado con un fallido despeje de Pablo Ibáñez. Lisandro, solo al borde del área, batió a Leo.

ALEGRIA Y TRISTEZA De pronto, sin merecerlo, cuando el equipo rojiblanco veía el empate como un resultado buenísimo visto el desarrollo de la primera parte, el portero visitante, el brasileño Helton, correspondió a la generosidad atrás del Atlético con otro regalo, el 2-1, en el que se le coló entre sus brazos un tiro sin aparente peligro de Forlán.

Pero ese gol, impensable por el devenir del encuentro, tampoco despertó al conjunto rojiblanco, a merced de un Oporto empeñado en malgastar ocasiones.

Fue incomprensible la decisión de Abel Resino con la sustitución de Agüero. No era su mejor partido, pero privar al Atlético de su futbolista de más talento y más decisivo en una eliminatoria de tanta exigencia parecía, por lo menos, imprudente.

No mejoró nada el equipo rojiblanco. Sin fútbol, sin ningún argumento, sin ocasiones, la victoria sólo dependía, como antes, del acierto del Oporto, que no falló en su siguiente oportunidad, en un pase desde la izquierda rematado por Lisandro.