El caso Obradoiro puede ser una bombona de oxígeno para el Cáceres CB. Según el auto del Tribunal Superior de Justicia hecho público el lunes, se exige a la Federación Española de Baloncesto (FEB) que en un plazo de cinco días adopte las medidas necesarias para que el club gallego juegue la próxima temporada en la ABC.

La hipotética incorporación del Obradoiro a la división de honor de la canasta española supondría que el máximo organismo federativo tendría que ampliar el número de plazas ACB. La competición estaría formada por 19 equipos, pues es imposible descender a alguna de las entidades que han ascendido la temporada pasada. Pero una liga con un número impar de conjuntos parece inviable, de manera que la lógica conduciría a 20 participantes. Para ocupar esta última plaza vacante, el Cáceres es la primera opción.

El conjunto verdinegro es el primer aspirante a llenar cualquier vacío que se produzca en la ACB de acuerdo al reglamento federativo, que dictamina que el orden de preferencia depende de la clasificación de la temporada anterior. De esta forma, el Cáceres tiene prioridad sobre el Granada, que terminó último, por detrás de los extremeños.

Pero el proceso de disolución en el que se encuentra la Sociedad Anónima Deportiva Basket Cáceres y la negativa de la FEB a aceptar el traspaso de derechos al nuevo club imposibilitan que la ciudad extremeña pueda hacerse cargo de dicha plaza ACB. Por tanto, el Granada tendría la pelota en su mano y su afición podría disfrutar del baloncesto español de primer nivel. Ayer, el diario Granadadigital.com recogía las posibilidades de que los andaluces retornen a la categoría de honor española.

OTRA PLAZA LEB

El ascenso de los granadinos supondría la ampliación de lugares vacantes en la LEB-1. Ante la imposibilidad de jugar en la ACB, las opciones del Cáceres de jugar en la división de plata aumentan, ya que la Federación debe incorporar en esta categoría a la lista de ya admitidos otros dos equipos. Los verdinegros, pendientes de resolver los trámites institucionales que den validez al traspaso de derechos al nuevo club, son la primera opción. Además, la FEB podría levantar la mano en el caso extremeño para evitarse complicaciones mayores y dar facilidades para que el club de Juan Francisco Luis juegue finalmente la LEB-1.

La pelota está en el tejado de la Federación y de la ACB, que todavía no se han pronunciado oficialmente. El plazo para las instituciones concluye el viernes.