España vuelve de nuevo a escena hoy frente a Túnez. Se nos ha hecho larga la espera. Fue tan grande lo que logró ante Ucrania --golear y jugar de cine-- que contamos las horas para que vuelva a sonar el himno español.

Si el primer partido de un Mundial suele ser el de la mentira, porque el debut suele ser engañoso, el segundo encuentro es el de la verdad porque a Túnez ya no le va a pesar el ambiente, porque no tiene nada que perder y porque además ganar ahora a España sería un espaldarazo, para el que muchos consideran el mejor equipo de Africa.

La noticia buena es que el seleccionador nacional, Luis Aragonés ya conoce la receta del éxito: repetir el once de la ilusión que salió frente a Ucrania, aferrarse a esa España que impone su toque, que quiere tener el balón, combinar por talento, robar rápido para buscar despacio, para encontrar los huecos desde el toque.

Es lo que a mí me gusta llamar la España XXS, ya saben Xabi, Xavi, Senna, la central de operaciones del cuadro de Luis Aragonés. Si estos tres hombres tienen mucha presencia en el partido, no les quepa duda de que hoy contaremos la segunda victoria de España en este Mundial. Y después esperará Arabia Saudí en el último partido del grupo.

Por detrás de estos tres nunca faltará el espíritu de Carles Puyol, la nueva reencarnación de la Furia que tanto gusta mentar a los extranjeros al hablar de nuestra selección.Y por delante, la contundencia de David Villa y el excepcional momento de Fernando Torres. La frescura del Niño es también la de España. Y no sólo por sus goles, sino por sus caídas a banda, por su velocidad supersónica, porque es la primera vez que tenemos un delantero distinto, moderno y con hambre de gloria.La otra clave mundialista va a estar en la buena gestión de las jugadas a balón parado. La concentración en defensa y la contundencia en ataque. No es cuestión baladí que los tres primeros goles ante Ucrania se consiguieron por un saque de esquina, por un golpe franco y por un penalti.Más del 60 por ciento de los goles que se consiguen en el fútbol de hoy es de estrategia. Luis lo sabe y lo tiene todo planificado. Conoce de sobra el orden y disciplina de los equipos de Roger Lemerre. Qué se preocupe Túnez, porque los españoles queremos seguir subidos en esta ola de la ilusión.