Paquillo Fernández tiene un buen motivo para intentar hacerlo bien en Atenas. El entrenador y amigo del marchador de Guadix (Granada) murió hace unos meses y Paquillo tiene una oportunidad hoy de agradecerle todo lo que Manuel Alcalde (que fue también un marchador de los buenos) hizo por él.

La final de los 20 kilómetros marcha (8.00 horas en España) abre hoy el grueso del atletismo en Atenas, después del sentimental aperitivo de Olimpia, donde Manuel Martínez, cuarto, rozó la medalla en peso. España quiere darle marcha a estos Juegos, comenzando por un posible, incluso probable, podio de Paquillo.

El andaluz ha tenido una temporada complicada. Primero, la muerte de su entrenador, Manuel Alcalde. Después, se rompió en febrero un metatarsiano del pie y estuvo dos meses sin entrenar. En los últimos meses la paradoja ha sido que ha entrenado mal y ha competido bien.

"Hace tres meses no estaba preparado anímicamente para los Juegos, pero ahora estoy dispuesto a luchar por las medallas", asegura. Paquillo no se siente tan fino ni con tanta chispa como en el Mundial del año pasado, pero tiene un buen motivo para intentar estar de nuevo arriba. "Es la primera vez que vengo sin mi entrenador. Siempre me acuerdo de él y pienso en lo que me diría en cada ocasión. Su muerte lo ha hecho todo muy diferente".

El explusmarquista del mundo de los 20 kilómetros es una de las opciones de medalla. El atletismo tendrá algunas más, pero deberá aprovecharlas mejor de lo que ha hecho hasta ahora el resto del equipo olímpico. El maratoniano Julio Rey, el último día de los Juegos, correrá con posibilidades el maratón, prueba en la que es el actual subcampeón mundial. Antes habrán pasado por el Estadio Olímpico de Calatrava María Vasco (20 km. marcha), Glory Alozie (100 vallas), Yago Lamela y Joan Lino Martínez (longitud), Jesús Angel García Bragado (50 km. marcha), Ruth Beitia (altura), Antonio Reina y Mayte Martínez (800) y el magnífico trío de los 3.000 metros obstáculos.

Crisis del 1.500

Hoy inicia las eliminatorias a la pista el 1.500, una distancia que ha sufrido un retroceso claro en los últimos años. De las nueve medallas olímpicas que tiene el atletismo español, tres cayeron en 1.500: la de bronce de José Manuel Abascal en 1984 (Los Angeles) y las de Fermín Cacho en Barcelona-92 (oro) y Atlanta-96 (plata). Reyes Estévez, Juan Carlos Higuero y Alvaro Fernández no ofrecen el mismo nivel de fiabilidad.