La ciudad deportiva del Valencia, inaugurada en la década de los noventa, ha vivido hoy probablemente su mañana más intensa en cuanto a información y emociones, con las despedidas de David Albelda y Santiago Cañizares y la posterior rueda de prensa de Miguel Ángel Ruiz, director deportivo del club.

A la una de la tarde estaba prevista la primera rueda de prensa de los jugadores y desde mucho antes se congregaron una multitud de periodistas, en un número muy superior al habitual en los entrenamientos del equipo y que fueron los únicos a los que se les permitió el acceso al recinto, ya que el club puso guardias de seguridad en las puertas para evitar la entrada de aficionados. Tal fue el celo en este capítulo que hasta familiares de jugadores de la cantera y del equipo filial tuvieron serios problemas para acceder al interior del recinto.

Tanto Cañizares como Albelda, que hoy se ejercitaron en solitario en los terrenos de juego de la ciudad deportiva, recibieron a las 12.50 horas a sus representantes y diez minutos después se presentaba el guardameta en una sala de prensa abarrotada, en la que apenas podían moverse los periodistas ante el aluvión de fotógrafos, cámaras de televisión y redactores.

Cañizares habló durante casi una hora en una rueda de prensa en la que el meta manchego contuvo la emoción, solicitó al club una explicación por la decisión que ha tomado, dejó entrever que su continuidad en el fútbol es complicada y se mostró agradecido a la entidad por los diez años que ha vivido en Valencia, ciudad en la que aseguró que fijará su residencia.

Apenas cinco minutos después de la salida del portero, que fue ovacionado por los periodistas, llegó el turno del capitán del equipo, David Albelda, quien fue más directo en su intervención al asegurar que los actuales rectores de la entidad no tienen categoría para humillarle, pese a las "malas maneras y formas" en las que han decidido prescindir de sus servicios.

Albelda, que al principio de su rueda de prensa hizo votos para no emocionarse, no pudo contener las lágrimas apenas media hora después cuando se le pregunto por el momento en el que tuvo que comunicar a sus padres la decisión del club. Entre sollozos y sin que el futbolista pudiera hablar, un aplauso generalizado sirvió para poner fin a su alocución.

El jugador internacional español hizo hincapié en que su futuro inmediato sigue en manos del Valencia, que es el que le tiene que facilitar la salida para poder recalar en otro club, y apuntó, sin olvidar la próxima Eurocopa, que puede ser la última de su carrera, a Inglaterra e Italia como sus destinos más probables.

El tercer protagonista de la mañana fue el director deportivo Miguel Ángel Ruiz, al que le tocó dar la cara por parte del club. En su discurso, Ruiz afirmó que ni David Albelda, ni Santiago Cañizares ni Miguel Ángel Angulo están despedidos, tras argumentar que el entrenador Ronald Koeman les ha comunicado cuál es su nueva situación en el equipo.

El máximo dirigente de la parcela deportivo del Valencia apuntó a Ronald Koeman como el autor de un informe que aconsejaba apartar a estos jugadores de la plantilla y corroboró que ha contado tanto con su total respaldo como con el del club.

Pasadas las tres de la tarde, Ruiz abandonó la sala de prensa y puso fin a una mañana histórica, por la despedida y la trascendencia de dos de los jugadores que más han contribuido a hacer de la última década uno de los periodos más gloriosos del club.