Pedro Rocha, nuevo presidente de la Federación Extremeña de Fútbol, y Angel María Villar, dirigente de la nacional, tiene previsto reunirse este jueves en Madrid, donde se celebrará un encuentro de los mandatarios de todas las territoriales. Tras esa reunión Rocha y Villar tendrá una primera toma de contacto en la que podrían abordar un plan para tratar de sanear la Extremeña, con deudas con varias empresas y algunos embargos judiciales.

Aún no ha tomado posesión de su cargo, pero desde que el viernes fue elegido presidente en la asamblea de la federación (superó 31-18 a Elisardo Plaza) Rocha apenas ha parado. El nuevo dirigente, que apenas diez minutos después de su elección recibió la llamada de Villar para felicitarle ("para felicitar a todo el fútbol extremeño", aseguró ayer Rocha en una entrevista en este diario), se reunió ayer con el director general de Deportes de la Junta, Antonio Pedrera, una cita de la que no ha trascendido aún nada.

Entre las primeras cuestiones que quiere abordar Pedro Rocha está la situación de los trabajadores de la Federación Extremeña, que no cobran desde el pasado mes de noviembre. "Ya hemos hablado con ellos y les hemos tranquilizado", reconoció el mandatario. Los embargos es otro de los asuntos que ocupa un puesto importante en su agenda, para lo que pide tiempo. "Lo que tienen que hacer ahora es dejarnos trabajar".