José Manuel Calderón debe sentirse aliviado. En la NBA no juega el Maccabi de Tel Aviv, el equipo que le privó ser campeón continental hace unos meses en la final de la Euroliga en Moscú y que ayer volvió a derrotarle con su nuevo equipo, Toronto Raptors (103-105). El equipo canadiense hizo historia negativa, ya que hacía 27 años que un equipo de la NBA no perdía ante uno europeo. Esta vez el sonrojante marcador se produjo en cancha norteamericana.

El base extremeño dispuso de unos minutos en pista dentro de su particular aprendizaje en la mejor liga mundial. Sin embargo, este calificativo queda algo en entredicho cuando se enfrentan uno de sus peores equipos con el mejor de Europa las dos últimas temporadas. El Maccabi ya no tiene a Sarunas Jasikevicius --en Indiana Pacers--, pero plantó cara hasta el final a su rival y una suspensión de Anthony Parker (24 puntos) a falta de un segundo le dio la ventaja definitiva. También destacó Maceo Baston, exjugador del Joventut en la Liga ACB.

Ambiente favorable

Paradójicamente, el equipo israelí jugó prácticamente como si estuviese en La Mano de Elías, su mítico pabellón. Gran parte de los 17.000 espectadores que acudieron al Air Canadá Center estuvieron de parte del Maccabi Tel Aviv, que jugará el miércoles su segundo amistoso ante una franquicia NBA en Orlando. Al choque de ayer asistió incluso el máximo responsable de la competición, el comisionado David Stern, de origen judío.

El siguiente encuentro de los Raptors y Calderón es el miércoles frente a New Jersey Nets. No lo tendrán fácil conseguir la primera victoria de la pretemporada después de las tres derrotas sufridas hasta ahora.