Una caída masiva en la que resultó herido el triple vencedor de la Vuelta, Roberto Heras, marcó el desarrollo de una teórica etapa de transición entre Logroño y Burgos, de 133 kilómetros, en la que se impuso al esprint el italiano Alessandro Petacchi, del Fassa, que sumó su cuarta victoria.

La caída que puede marcar el desarrollo final de la Vuelta, la víspera de tres etapas de montaña, se produjo a 38 kms de meta, cuando en las primeras plazas del pelotón un corredor hizo el afilador y 15 ó 20 se fueron al asfalto. Salieron malparados el danés Jakob Piil, evacuado al hospital y Roberto Heras, con dos heridas en la rodilla izquierda que precisaron las atenciones del doctor Lara en plena carrera.

El triple vencedor de la Vuelta, desencajado, superó el momento más agudo sin que sus heridas pudieran ser cosidas en marcha por la velocidad de la carrera y se reincorporó a un grupo que dio muestras de solidaridad, pues esperó a que el líder del Liberty llegara escoltado por sus compañeros, no menos asustados que el bejarano.

Una vez finalizada la etapa, los médicos aplicaron 11 puntos de sutura en la rodilla de Heras, que deberá depender de los analgésicos para combatir el dolor y no fue preciso su traslado al hospital de Burgos.

Petacchi ganó su cuarta etapa en la presente edición y la tercera en Burgos, una ciudad talismán para el ciclista de la Spezia. Y fue un triunfo especial, ya que hacía tres años justos de la muerte de su abuelo, que coincidió con otra ocasión en que el nieto veloz levantaba los brazos en la capital castellana.