El piloto danés Allan Simonsen, que hoy ha muerto como consecuencia de la lesiones que sufrió en un fuerte accidente ante de cumplirse los diez primeros minutos de la carrera, es la primera víctima mortal de la 24 Horas de Le Mans desde 1997.

Hacía un total de dieciséis años que las más legendaria de las carreras de automovilismo de resistencia no se cobraba la vida de piloto alguno.

La anterior víctima mortal de la carrera se produjo en 1997, cuando el francés Sébastisen Enjolras perdió la vida el 3 de mayo al volante de un WR LM97-Peugeot. Durante unos entrenamientos de clasificación previos, su coche despegó de la pista hasta impactar contra las barreras de seguridad y quedar envuelto en llamas, circunstancia que le costó finalmente la vida.