La relación del Plasencia Extremadura con las lesiones empieza a ser a ser un matrimonio inseparable. Desde el club se lamentan de la plaga señalando a la mala suerte, incluso al vudú, porque es casi un milagro estar situados en la parte alta de la tabla después de tanta desgracia.

Ñete Bohigas tan solo tuvo la tarde de ayer para poder preparar el partido frente al Prat Joventut y además realizando una sesión moderada a fin de no forzar a los lesionados.

Unicamente se salvan Pedro Blázquez y Conejero. El resto presentan las siguientes patologías: Fran Robles, sobrecarga en su rodilla derecha; Nacho Fort, contractura en el bíceps femoral; Dominick Martín sigue con sus molestias en el gemelo; Mario Plata sufre una lumbalgia, si juega lo hará infiltrado; Kerry Blackshear acudió el martes a las urgencias del hospital por un proceso gripal; Dave Darase sufre un contractura en el recto anterior y es seria duda y a Jonathan Barceló no deja de sufrir molestias en su espalda. Para colmo, en el entrenamiento de ayer el catalán sufrió un codazo fortuito de Fort en el pómulo y tiene el ojo "a la funerala".

A ellos hay que sumar a Edward Santana, que empezará a entrenar el lunes y Adolfo Santos, que aunque no está al 100% podrá disfrutar de algunos minutos este sábado.

"Son imponderables" señala Ñete, "pero sinceramente nunca antes había tenido una temporada con tantas lesiones, aún así seguimos con todas las posibilidades del mundo".

ADEMAS, LES ROBAN Y si las lesiones fueran poco, los jugadores se encontraron ayer con otra desagradable sorpresa, ya que mientras ellos entrenaban, los amigos de lo ajeno se colaron en el vestuario y sustrajeron lo que les dio tiempo. Los damnificados fueron Santana y Darase, a los que les volaron sus bolsas, con todas sus pertenencias, ropa deportiva, zapatillas y dinero. Es la segunda vez que ocurre esta temporada, pero es algo habitual. El equipo se lamenta de la falta de personal en el recinto, propiedad del ayuntamiento.