GRUPO IRUÑA NAVARRA: Parmer (15), Adams (7), Roma Bas (13), Iñaki Sanz (12), García (16) --cinco inicial--, Baquer (0), Labiano (0), Narros (2), Thomin López (4).

PLASENCIA EXTREMADURA: Calvo (4), Almazán (8), Sekulic (17), Zaldive (9), Barcelo (7) --cinco inicial--, Silvestre (2), Sergio Soria (8), Conejero (2), Añaterve (10).

ARBITRO: Martínez Prada y López Luis. Sin eliminados.

MARCADOR POR CUARTOS: 17-13, 27-30 --descanso--, 46-45 y 69-67 --final--.

INCIDENCIAS: Segundo partido del ´playoff´ de ascenso a LEB Oro.

El Plasencia Extremadura rozó la victoria pero volvió a caer en Pamplona (69-69) y está obligado a ganar los dos partidos que tendrá que disputar ante su público el lunes y el miércoles de la semana que viene. Los de Rafa Gomariz ofrecieron una imagen mucho más agresiva que la del miércoles, pero terminaron cayendo en un partido emocionante que se decidió en los últimos 10 minutos.

Comenzó dominando el Grupo Iruña, pero los de Gomariz lograron llevar el partido a su terreno, con posesiones largas, ataques interminables y bajo tanteo. En ese terreno, el Plasencia se desenvuelve como pez en el agua, y a pesar del momentáneo dominio de los navarros, la sensación era que el partido podía caer del lado cacereño en cualquier momento. Solo la extraordinaria labor de Parmer, formidable en el rebote y también en sus penetraciones, logró que los locales fuesen por delante.

GRAN SEGUNDO CUARTO Llegó entonces el segundo cuarto, que había sido decisivo el miércoles. Aquí, los de Gomariz se emplearon a conciencia. Sus defensas mixtas se le atragantaron al Grupo Iruña, incapaz de lograr anotar. Solo lograron 10 puntos en todo este periodo. Mientras tanto, el Plasencia seguía a lo suyo, machacando poco a poco el aro navarro. La defensa de los de Urabayen seguía firme y agresiva, pero en ataque el equipo no encontraba la solución. Al descanso, los visitantes ya habían conseguido darle la vuelta al electrónico (27-30).

Sekulic, desaparecido en combate el miércoles, se erigió en la estrella del Plasencia y con sus triples estuvo a punto de hundir a los navarros. Los visitantes se sentían mucho más cómodos en un partido que se estaba disputando cuerpo a cuerpo. Las inercia parecía favorecer esta vez al Plasencia, que a falta de un minuto para llegar al último cuarto dominaba el partido (40-45). Sin embargo, dos triples de Adrián García e Iñaki Sanz hicieron que la reacción navarra tomase cuerpo (46-45).

Todo quedaba por disputarse en unos últimos 10 minutos que resultaron apasionantes. La igualdad fue la tónica dominante. Cada canasta costaba un mundo, pero los navarros tuvieron ese plus de agresividad necesario para decantar el partido de su lado. Así lograron abrir una pequeña brecha. El Plasencia se resistía a morir, y dos triples de Cruz en los últimos dos minutos metieron a los de Gomariz en el partido de nuevo. El mayor acierto en los tiros libres del equipo navarro hicieron que la balanza se desequilibrase a favor de los locales, que han sabido sacar provecho de su ventaja de campo y viajarán a Plasencia con dos victorias en la mochila.