Faltaba todavía una hora para que Alberto Contador llegara a Tarragona. Eran las diez de la mañana y ya había público esperando al corredor que hoy se proclamará vencedor de la Volta. Alrededor del autobús del Saxo Bank la gente aguardaba al protagonista principal de la carrera, al corredor que aglutina todo y que ayer convirtió la sexta etapa de la carrera en un plebiscito popular favorable a sus intereses.

"Tres nombres llevo en mi corazón: el de mi esposa, el de mi hija y el de Alberto Contador". Tanto le gustó al ciclista de Pinto el piropo que le lanzó el aficionado, que lloraba de emoción, que hasta le entregó su gorra firmada. Cinco horas más tarde, en Mollet del Vallès, donde finalizó la etapa, los Mossos d´Esquadra tuvieron que hacer un pasillo para que el coche auxiliar del Saxo Bank, donde viajaba Contador, pudiera abandonar la zona de meta camino de su hotel en Cerdanyola. Ayer, se vio mucho más sonriente y alegre al ciclista de Pinto porque, además, tal como él explicó y repitieron otros corredores, el público celebró el paso del pelotón por sus localidades mostrando varias pancartas de apoyo a Contador. "Ha sido muy emocionante, de verdad. Me ha gustado mucho pasar por los pueblos y ver las pancartas". En bici no se va tan rápido como en coche o motocicleta y los ciclistas tienen tiempo para fijarse en estos detalles. La etapa se la llevó José Joaquín Rojas, ciclista del Movistar.