El Barça no ha perdido nunca en sus cinco visitas anteriores a Rusia (una victoria y cuatro empates) pero el año pasado no ganó ninguno de los dos duelos ante el Rubin Kazán, un factor que sirve de alerta para evitar confianzas. El mal trago que hizo pasar hace un año el rival de hoy (18.30 h, Gol TV) es algo que ningún jugador ha olvidado. Ni tampoco Guardiola, abonado al mensaje de la precaución y el respeto con independencia de quien tenga enfrente.

No iba a ser menos ayer, en vísperas de dar el segundo paso en la Champions , enfrentándose al mismo Rubin que tanto le hizo sufrir en la pasada Champions. En la cuarta jornada, el Barça solo tenía 5 puntos de 12 posibles. Ahora, el panorama es distinto, más allá de contar con los tres puntos de la primera jornada. Las condiciones de juego serán mucho más favorables. El Barça repite visita a Kazán con un mes de antelación respecto al año pasado. El crudo invierno aún no ha irrumpido en tierras tártaras, el terreno de juego luce un magnífico aspecto verdoso y la climatología (14º) es apacible pese a una intermitente lluvia.

PENDIENTE DE MEJORA Ni siquiera con la añadida colección de parabienes y elogios del entrenador rival, se suavizó el discurso de Guardiola. Ya le pueden repetir que entrena al mejor equipo del mundo que el técnico azulgrana no abandona esa postura prudente. "Nos ganaron cinco de los seis puntos", recordó. El aún no ve al Barça fino. Sobre todo, porque sufre más de lo que merece para asegurar las victorias por la escasa puntería exhibida en Madrid y Bilbao.

Por ahora, ese defecto no se ha notado en la Champions, donde le endosó un 5-1 al Panathinaikos en el primer paso europeo. Pero Kurban Berdyev, ese entrenador supersticioso que vive pegado a un rosario durante los partidos, ve mejor al Barça y peor al Rubin respecto a los duelos precedentes. "Nos falta más conexión en el equipo", explicó.

EL SECRETO MESSI Ni él ni los 28.000 espectadores que caben en el estadio sabrán hasta una hora antes del duelo si juega Messi. Reticente a adelantar sus planes, Guardiola no desveló si Leo reaparecería. "Su salud va por delante", subrayó. El argentino quiere jugar y sus compañeros quieren que juegue. "Siempre es bueno tenerle en el campo", afirmó alegremente Gerard Piqué, tan comedido como su entrenador. "El Barça es una referencia en los últimos años y debe demostrar siempre que es un grande", añadió el defensa, deseoso de dejar "las cosas en su sitio" en este nuevo enfrentamiento con el Rubin.

"No hay elogio mayor por parte de los colegas que tu equipo genere estos elogios", confesó Guardiola sobre el comentario de Berdyev. El técnico azulgrana conserva una opinión fantástica del conjunto ruso. "Es un rival muy, muy duro. Domina todos los registros defensivos como he visto en muy pocos equipos". A su juicio, el Rubin también ha progresado. Gracias, en parte, a su posición económica "que le permite fichar jugadores de 20 millones de euros", precisó.