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García Reneses. Al efecto Pau se ha unido su hermano Marc, también nuevo jugador NBA, donde seguirá los pasos de su hermano mayor en los Memphis Grizzlies. Bryant y su compañero en los Lakers, el mayor de los Gasol, ya suspiran por una final que les enfrente y que decida quien es realmente la mejor selección del mundo.

Phelps persigue la estela legendaria de Spitz

El expreso de Baltimore asegura que en su gran reto piensan más los demás que él mismo, que deja su mente para la natación y sse olvida de récords. Pero algo en su aspecto lo delata: se ha dejado un bigotito similar al que lucía Mark Spitz cuando, en los Juegos de Múnich de 1972, dejó para la historia la inigualada cima de siete medallas de oro (con otros tantos récords del mundo incluidos) en natación. Michael Phelps es el primero que está capacitado, desde entonces, para destronar al excampeón de origen judío que tuvo que salir a escape de la villa olímpica por el asalto terrorista palestino del Septiembre Negro. El estadounidense de 23 años reiteró ayer que no se obsesiona con la gesta de su compatriota y que simplemente va a intentar hacer lo mejor posible su trabajo en las pruebas que dispute. "Solo mi entrenador, Bob Bowman, sabe cuáles son mis objetivos. Ni yo ni él hemos publicitado nunca nuestros objetivos", aseguró el tritón.

Pero las cartas están marcadas para Phelps. Las pruebas de selección de EEUU fueron el ensayo general de cara a estos Juegos Olímpicos de Pekín. Ahí, Phelps ganó en 100 y 200 mariposa, 200 libre y 200 y 400 estilos, las pruebas que nadara en el Water Cube de Pekín, además de los tres relevos. El americano puede llegar ha conseguir el récord de siete oros su compatriota. Se admiten apuestas.