Día crucial para el fútbol extremeño. Las elecciones a los 33 asambleístas pendientes en los comicios a presidente de la territorial serán la llave --y evidentemente la clave-- para abrir definitivamente la puerta del despacho del que será el nuevo máximo dirigente de la territorial. ¿Elisardo Plaza? ¿Pedro Rocha? ¿Juan de Dios Monterde?

Todos los pronósticos apuntan a una durísima pugna por el poder entre Plaza y Rocha, este último como opción que en un primer momento no se había planteado. En teoría, el expresidente Monterde no tiene posibilidades porque apenas ha recabado apoyos en los últimos meses, enfrascado en mil y un problemas. Pero el polémico dirigente, a quienes todos culpan de la caótica situación que se vive, no ha arrojado la toalla y, se quiera o no, está en la singular pomada .

De hecho, en la anterior elección perdió, pero de los 17 miembros elegidos y que no se ponen en liza hoy, 11 habrían apoyado su candidatura. Ahora estos apoyos irían, al menos hipotéticamente, a Rocha, que a su vez se ha desvinculado del que fue presidente --y también de Plaza-- durante varios años.

Pero esto es una mera especulación, como tantas otras, en un proceso que ha desgajado al fútbol regional y que ha sido paralizado en su día por irregularidades detectadas por el Comité de Garantías entre los votantes de Plaza y que han provocado que hoy se repitan las elecciones para los estamentos de fútbol, fútbol sala y entrenadores.

Muy por encima de acusaciones, recursos y algún amago de acercamiento entre las dos candidaturas fuertes, se prevé que el partido tenga emoción. A partir de las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde, en la IFEME de Mérida, habrá una mesa única para dilucidar quién será el vencedor. La última hora de ayer fue la unión de Juan Bermejo, presidente del Arroyo, a la candidatura rochista .

Los dos favoritos han sacado la calculadora estos días y se arrogan una firme posibilidad de vencer. Pero la desafinada música que ha sonado alrededor no ha dado un momento de calma ni incluso de diálogo. Ha habido un acercamiento, pero aislado y sin resultados positivos. El fútbol regional está partido en dos.

DE TODO Ha habido denuncias ante la Junta Electoral, veladas acusaciones contra instituciones, que han presionado, según el plazismo , a políticos para que estos beneficiaran, a su vez, a su contrincante. Al tiempo, todos los recursos interpuestos por Plaza ante la Junta Electoral se han quedado en el camino.

Ni siquiera la Dirección General de Deportes se ha visto fuera de la polémica. Una vez que inhabilitó a Monterde por diferentes cuestiones como presidente de la Junta Gestora, ha tratado de arbitrar las elecciones y ha elaborado unas normas para velar por la limpieza del proceso que tampoco han gustado a la candidatura del empresario almeriense radicado en Badajoz.

En medio de este monumental caos, los empleados de la Federación Extremeña acumulan ya diez meses sin cobrar. También en la Mutualidad han acuciado los problemas y los escándalos, con Monterde y Antonio Aldana en la Fiscalía.

El galimatías es tan enorme como la incertidumbre que ha generado lo que se dilucida hoy, que no es baladí. El futuro del fútbol extremeño, ahora tambaleante, está en juego.