La primavera le ha sentado de maravilla al Extremadura. Hace tan sOlo un par de meses, vivía los estragos de un invierno duro plagado de varapalos en forma de derrotas, nervios en los despachos y fichajes infructuosos en el mercado invernal. Pero la llegada de Manuel, la construcción de una mentalidad ganadora y un mes de abril impoluto han catapultado al Extremadura a ser el mejor equipo del mes en Segunda División después de cuatro triunfos en cuatro partidos.

SOlo Mallorca, Zaragoza y Osasuna se acercan a los registros del conjunto de Almendralejo en este mes de abril con diez puntos de doce posibles. Los azulgranas han vivido cuatro semanas de magia. Solventaron por la mínima los triunfos en casa ante Almería y Tenerife. Y asombraron a media liga con dos zarpazos históricos en Riazor y La Rosaleda. «Pero tenemos que hacer aún más de todo y mantener nuestro estilo de agresividad, intensidad, cara apretada. Ahora, el equipo que quiera ganarnos tiene que hacer un partido increíble porque nosotros nos agarramos a cualquier elemento ante las adversidades», dice orgulloso de su equipo Manuel Mosquera, un técnico que ha cambiado la imagen y el ánimo de todo el club.

Apoyado en esa ‘mano gigante’ que no deja de alabar, Manuel es consciente que «esto es de todos. Habéis visto cómo se abraza la afición, los utileros, los jugadores. Aquí todo el mundo se ha metido en el objetivo en una misma dirección. Pero ojo, esto aún no se ha acabado».

Continuidad

Una de las claves del gran momento del Extremadura es la continuidad de un mismo bloque que está dando resultados. Resulta casi impropio ver en este fútbol moderno la posibilidad de repetir una alineación hasta en cuatro jornadas consecutivas. Eso ha ocurrido en el Extremadura, donde las lesiones y sanciones han respetado que Manuel haya podido darles continuidad a sus once leones.

La notable mejoría en defensa es una de las claves de la resurrección azulgrana. Pardo y Granero han cerrado la puerta y el equipo sólo ha encajado dos goles en los últimos cuatro partidos. «Tenemos que intentar alargar esta racha. Veo al equipo muy maduro en este último mes, aprovechando bien el trabajo defensivo y siendo contundentes en campo contrario. Luego está la afición, que es increíble. El otro día nos llevó en volandas desde el primer minuto», apunta Borja Granero.

El central valenciano ha sido una sorpresa positiva esta temporada actuando de defensa central. «Todavía queda muchísimo camino, pero sabíamos que este partido ante el Tenerife nos podía dar mucho», reconocía tras el encuentro.

Otra de las claves es el gran estado de forma de Kike Márquez actuando en la mediapunta. Ahí, el de Sanlúcar, tiene libertad para hacer y deshacer a su antojo sin los lastres que le supone estar atado en una banda. Incluso, en las últimas jornadas, está corriendo como nunca para defender. «Hay que valorar lo que estamos haciendo, pero sobre todo tener los pies en el suelo. Hemos tenido mil piedras en el camino, pero el equipo siempre se ha mantenido unido y hemos creído hasta el final», apunta Márquez.

A todo ello hay que sumar el elevado grado de compromiso que el bloque le está poniendo en cada encuentro y que, especialmente, representan Zarfino y Lolo González, dos auténticos motores kilométricos en cada envite. También el carácter solidario del plantel. En este sentido, tanto Manuel como Kike Márquez quisieron arropar a Ortuño, a quien la falta de gol le penaliza delante de la grada. «Ortuño hace partidos espectaculares. Son jugadores que nos están haciendo ganar partidos», dijo su entrenador.