El tenis de mesa en España es un ejemplo de cómo sobrevivir a la crisis con presupuestos que se han reducido drásticamente como consecuencia de la falta de ingresos, sobre todo al ser un deporte minoritario. La solución: hasta tres partidos en el mismo desplazamiento.

La División de Honor masculina --segunda categoría del tenis nacional por detrás de la Superdivisión-- es un buen espejo para comprobar que la supervivencia de los deportes como el tenis de mesa dependen de "fórmulas imaginativas", según ha afirmado a Efe el presidente del club ceutí Gabitec Ceuta, Miguel Angel López.

En el grupo I hay 6 equipos de Galicia, 4 de Andalucía, 1 de Ceuta y 1 de Extremadura mientras que en el II hay 6 clubs de Madrid, 2 de Zaragoza y 1 de Guipúzcoa, Valencia, Extremadura y Baleares. Los dos extremeños, Almendralejo y Almaraz, por tanto, están en dos grupos distintos.

"Antes había un grupo norte y uno sur pero ahora es imposible, por lo que tenemos que jugar hasta tres partidos en un fin de semana: uno de ellos el sábado por la mañana, otro el sábado por la tarde y el tercero el domingo por la mañana", explica Miguel Angel López.

El sentir de todos los clubes es el mismo. "Prima el dinero, es una cuestión exclusivamente económica, ya que no se puede viajar seis veces a Galicia en un año porque todos los clubes estamos muy mermados y no hay otra fórmula". Dos y tres partidos en un fin de semana es lo habitual. "Es un mal menor aunque el desequilibrio de encuentros es increíble".

Ejemplos: el Liceo Vilagarcía (Pontevedra) disputó en la tercera jornada tres partidos para aprovechar su viaje al sur a Andalucía y Extremadura, uno el sábado a las 11.00 horas ante el Hispalis (Sevilla) ganando 3-4, otro a las 17:00 ante el Universidad de Huelva ganando 0-6 y el tercero a las 11.00 del domingo en Almendralejo, donde venció 1-5. El Almendralejo disputó otros tres en la cuarta jornada en Galicia --el Almaraz algo parecido la semana anterior--. "No queda otra, hay que tirar", lamenta López.