ARROYO: Savu, Belmonte, Asiel, Loaísa, Santi Polo, Pablo Ganet, David Carballo (min. 53, Pina), Armero, Pino, Carlitos (min. 64, Antonio) y Aday.

EXTREMADURA UD: Saavedra, José Gutiérrez, Pereira, Carlos Fernández, Tomillo, Ismael Barragán, Curro, Javi Pérez (min. 80, Carlos Rubén), Ruano, Willy y José Manuel.

GOLES: 0-1-Min. 31: Ruano. 1-1-Min. 77: Casado.

ARBITRO: Fuentes Pérez. Mostró tarjetas amarillas a los locales Belmonte, Santi Polo, Casado y Antonio y a los visitantes Tomillo, CArlos Fernández y José Manuel.

Duelo equilibrado y justo reparto de puntos entre Arroyo y Extremadura (1-1), que sitúa a los azulgrana como líderes en solitario tras ceder el Jerez en Calamonte. Fue un encuentro de trasatlánticos de la Tercera extremeña, de dos clubs tan cumplidores fuera del terreno de juego --con sus presidentes como estandartes-- como dentro de él, con al menos diez futbolistas por bando de categoría mínimo Segunda B y una obsesión: el ascenso a la categoría de bronce.

Se peleó por cada balón. Se corrió mil y una veces la banda en busca del centro preciso. Se extremaron las marcas al contrario. Ambos dibujaron un encuentro que puede servir de ensayo general para la fase de ascenso porque tanto Arroyo como Extremadura tienen bloques compactos y talentosos.

Fue precioso ver el duelo de viejos amigos Santi Polo-Ruano. Con una nobleza extrema, se las tuvieron tiesas durante todo el choque. El ahora extremo azulgrana, que tanto rendimiento dio en el Municipal, recordó viejos tiempos y en el primer acercamiento con peligro de los visitantes fusiló a Savu para hacer el 0-1 (min. 31). Por supuesto, agradecido de su pasado, no celebró el gol y pidió perdón a la grada.

En un encuentro de enorme respeto, el Arroyo solamente tuvo una opción con anterioridad al cruzar Pino ante Carlos Saavedra a poco del comienzo. El partido no podía ser a tumba abierta. No le convenía a ambos.

El grupo de Juan Marrero pudo sentenciar a renglón seguido del gol de Ruano con una muy buena maniobra de otro exarroyano, Willy, que superó a Savu y, a puerta vacía, aunque un poco escorado, mandó el balón fuera.

Antes del descanso, el penalti a Carlitos estuvo en un tris de suponer el 1-1, pero Saavedra adivinó la intención a Armero y desvió el esférico. Todo igual.

El Arroyo, muy bien guiado por la forma de entender el fútbol de los virtuosos Pablo Ganet, Carlitos, Pino y el voluntarioso Aday, se lanzó a la batalla del segundo tiempo ante un Extremadura cohesionado, con el infranqueable Pereira despejando mil y un balones de cabeza y Curro poniendo la inteligencia siempre. Un mal despeje de Savu dio origen al 1-1 tras certero chut de Casado. Después, el Arroyo puso más, pero no le llegó.