Un día de los que le gustan a Rafael Nadal. Calor, 28 grados y una pelota viva «para hacer daño al rival». Y no las desaprovechó el número 1 que voló sobre la central Rod Laver Arena para acceder a los octavos de final del Abierto de Australia con una exhibición ante Pablo Carreño al que se ha impuso por 6-1, 6-2 y 6-4.

«Necesito mejorar, es evidente», admitió Nadal tras vencer en segunda ronda a argentino Federico Del Bonis. Cumplió sus deberes y Carreño pagó las consecuencias. «He vuelto a jugar al nivel que lo venía haciendo un tiemdpo atrás. Es un paso adelante muy importante», destacó. La estadística confirmaba su análisis. Solo 7 errores no forzados, 42 golpes ganadores, un 88% de puntos con el primer saque y un 85 con el segundo, de ellos 9 ‘aces’ y ningún punto de ‘break’ en contra. Un partido perfecto desde el primer punto y durante la hora y 38 minutos que duró.

Fue la mejor noticia para acceder por 48ª vez a unos octavos de final de un Grand Slam. Una tranquilidad para afrontar los rivales que le esperan. El primero llega este lunes y no es de los que le gustan a Nadal. Se llama Nick Kyrgios. El ‘enfant terrible’ del tenis australiano salió vivo de una maratoniana batalla de 4 horas y 26 minutos ante el Karen Khachanov al que derrotó por 6-2, 7-6 (5), 6-7 (6), 6-7 (7), 7-6 y 10-8.

Kyrgios apuntó 33 ‘aces’ y 95 golpes ganadores, pero dejó escapar dos ‘match balls’ en el tercer y cuarto set para evitar la agonía final que vivió. Cometió errores infantiles y de exceso de confianza. Acabó destrozado. «Parece que tengo 40 kilos de peso en cada pierna», dijo.

También voló sobre la Rod Laver Arena para acceder a los octavos Garbiñe Maguruza que tumbó a Elina Svitolina por 6-1 y 6-2. No pudo acompañarles Fernando Verdasco que cayó ante Alexander Zverev (6-2, 6-2 y 6-4).