222 días después Rafa Nadal volvió a saltar a las pistas para jugar un partido oficial. Y lo hizo con una victoria en el torneo de dobles de Viña del Mar (Chile), de categoría 250, junto al argentino Juan Mónaco en un cómodo partido para la dupla hispano-argentina, que venció por 6-3 y 6-2 a los checos Cermak-Dlouhy.

Pero para Nadal, que anoche se estrenó en el cuadro individual, su primer test es más importante para coger ritmo físico que para acumular triunfos en su superficie favorita, la tierra batida, donde tiene un porcentaje imbatible de éxitos, el 93%, resultado de 255 victorias en 274 partidos disputados en arcilla.

El tenista mallorquín de 26 años, ganador de 11 títulos de Grand Slam (7 de ellos en Roland Garros), llevaba sin jugar desde el 28 de junio del 2012, en Wimbledon. Una rotura en el tendón de la rodilla izquierda, unida a síndrome de Hoffa, le hizo perderse 221 días de circuitos, entre ellos el torneo de los Juegos Olímpicos de Londres y los Abiertos de EEUU y de Australia (2013).

"Es una sensación bonita haber vuelto a jugar", aseguró Nadal tras sus dos primeros días de acción, en los que no ha negado que el dolor en la rodilla persiste, con distintos grados de intensidad. "La rodilla está ahí y a mí me sigue doliendo", aseguró.