MALAGA: Contreras, Josemi, Fernando Sanz, Roteta, Valcarce, Miguel Angel, Sandro, Romero, Musampa, Darío Silva (Leko, m.82) y Dely Valdés (Canabal, m.82).

REAL SOCIEDAD: Westerveld, López Rekarte, Jaúregui, Kvarme, Boris, Karpin (Tayfun, m.93), Xavi Alonso, Aramburu, De Pedro (Gabilondo, m.75), Kovacevic y Nihat.

GOLES: 0-1, m.78: Gabilondo; 0-2, m.88: Kovacevic.

ARBITRO: González Vázquez. Expulsó por doble amonestación a Sandro y mostró amarilla a Valcarce, Fernando Sanz, Josemi, Romero, Miguel Angel, Darío Silva, del Málaga y a Kvarme y Karpin de la Real.

La expulsión del centrocampista Sandro y la eficacia del equipo donostiarra en el tramo final del partido sostuvieron a la Real Sociedad en el liderato de Primera División después de vencer al Málaga, que perdió el rumbo del duelo y los nervios tras quedarse con diez futbolistas y acusar el esfuerzo físico. La lucha por el título liguero sigue abierta entre los vascos y el Real Madrid cuando ya sólo quedan tres jornadas para la finalización del campeonato.

La teoría de la suerte de los campeones se aproximó al bloque donostiarra, apartado del juego que deleitó jornadas atrás y sometido a la tensión de la apuesta liguera. El equipo de San Sebastián fue víctima de su propio juego y de su racanería futbolística durante gran parte del partido. Sin embargo, se agarró a un momento puntual para ganar el duelo y afrontar en la mejor disposición posible el mano a mano frente a los blancos.

EXPULSION CLAVE

Fue justo a la hora de juego. Sandro realizó una entrada sobre De Pedro. El centrocampista canario apenas rozó al exterior vasco, que cayó sobre el césped. El árbitro indicó la falta y amonestó al jugador malaguista que, víctima de los nervios, increpó al juez. Fue expulsado ante sus enormes y justificadas protestas.

El Málaga, que hasta entonces había sido el completo dueño del partido y que atravesó el transcurrir del encuentro apartado de la amenaza ofensiva de su adversario, se vino abajo. El conjunto de Joaquín Peiró se metió en un lío del que ya no sabría salir.

Con diez jugadores, sufridor de un derroche físico y apartado ya de la capacidad de llegada que evidenció previamente, cayó en los deseos de la Real Sociedad, impulsada por la frágil situación mental de su adversario y que sacó petróleo de dos aproximaciones.

La primera a doce minutos para la conclusión. Una internada de López Rekarte y su posterior centro fue aprovechado por Gabilondo, sustituto, poco antes, de De Pedro que cabeceó perfectamente para batir al meta Contreras.

La Real se sintió entonces líder lanzado hacia su gran sueño y el Málaga, carente de recursos, se hundió. Limitado por la situación numérica y presa del desgaste entregó el partido. El dueño de la clasificación empezó a tocar el balón y a encontrarse cómodo en un duelo que afrontó con temblores.

Hasta entonces, el Málaga fue mejor. Vivió sin sobresaltos, apoyado en el control del centro del campo y las amenazas de Dely Valdés y Darío Silva. El meta donostiarra sufrió más acoso que el del conjunto malagueño, inactivo prácticamente durante una hora de juego.

La falta de pólvora marcó el partido hasta el tanto de Gabilondo. Kovacevic encontró, diez minutos después, un premio excesivo para tan poco esfuerzo. La Real Sociedad manejó una de las acciones al contraataque que más le gustan. Con el conjunto local roto, Nihat asistió a Kovacevic, con espacio. Avanzó unos metros y pasó por alto la salida de Contreras para marcar el segundo y cerrar el duelo.