ATLETICO DE MADRID: Oblak; Gámez, Giménez, Saúl, Lucas; Thomas (Oliver, m. 59), Gabi, Koke, Carrasco (Fernando Torres, m. 75); Correa (Vietto, m. 59) y Griezmann.

EIBAR: Riesgo; Capa, Dos Santos, Lillo, David Juncà; Escalante (Inui, m. 69), Dani García; Keko Gontán, Adrián (Radosevic, m. 89), Jota Peleteiro; y Sergi Enrich.

GOLES: 0-1, m. 46: Keko. 1-1, m. 56: Giménez. 2-1, m. 62: Saúl. 3-1, m. 90: Torres.

ARBITRO: Fernández Borbalán (C. Andaluz). Amonestó al local Thomas (m. 15) y a los visitantes Escalante (m. 66), Lillo (m. 85) y Juncá (m. 87).

El Atlético recondujo su partido contra el Eibar con una reacción imponente con el 0-1, directo a la remontada, transformada con dos saques de esquina de Koke y dos cabezazos de Giménez y Saúl y completada con el gol cien de Fernando Torres con el conjunto rojiblanco (3-1).

Así sigue el Atlético la estela del liderato del Barcelona, en un partido en el que muy pocas veces un gol tuvo un efecto tan dañino para el autor, el Eibar, y tan positivo para el receptor, el equipo madrileño, que se adueñó entonces del partido, de la victoria y de tres puntos fundamentales en su persecución del club azulgrana.

El Atlético no funcionó en el primer tiempo. Reinventado desde el once por las bajas de futbolistas claves en su esquema, exigido por la intensidad y la presión en medio campo del Eibar y sin precisión, nunca logró el partido que quería en el trayecto hacia el descanso, un ejercicio repetitivo de pelotazos, rechaces y segundas jugadas.

Por parte suya y del Eibar, embarullados en una batalla más de fuerza que de talento, en una pelea equilibrada, casi inofensiva sobre la portería de uno y otro equipo y oscura, sin concesión para el oponente, pero también sin ocasiones, con una única luz en 45 minutos, eso sí muy intermitente, la que encendió alguna vez Correa.

Hasta el inicio del segundo tiempo apenas había inquietado el Eibar al esloveno Jan Oblak, hasta que un error de Saúl penalizó al Atlético con el 0-1.

Pero el golpe agitó al Atlético, que reaccionó de forma fulminante desde el juego, en un arrebato de rebeldía y ambición, impetuoso ya sobre la portería contraria, levantado con tres saques de esquina seguidos, el último magnífico de Koke y cabeceado por Giménez; el 1-1 diez minutos después del 0-1.

Y seis más tarde, de la misma forma, completó la remontada, con un tanto de Saúl, gol que encarriló ya de forma definitiva la victoria de un Atlético infinitamente mejor que antes. Después salio Fernando Torres para quitarse una espinita y hacer su gol cien.